Abas propone que una fuerza internacional liderada por la OTAN vigile la paz

  • El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas, está dispuesto a aceptar que una fuerza internacional liderada por la OTAN y respaldada por EEUU vigile la seguridad en Palestina tras un eventual acuerdo de paz.

Ramala, 3 feb.- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas, está dispuesto a aceptar que una fuerza internacional liderada por la OTAN y respaldada por EEUU vigile la seguridad en Palestina tras un eventual acuerdo de paz.

En una entrevista que publicará hoy el diario The New York Times en su edición impresa y cuyo extracto adelanta su edición digital, el mandatario reveló que su propuesta incluye que esa fuerza permanezca en territorio palestino de forma indefinida, posicionada a lo largo de la frontera e incluso en el interior de Jerusalén.

"Por un largo tiempo y donde ellos quieran, no solo en las fronteras del este, sino también en las del oeste, en todo lugar. La tercera parte puede permanecer, permanecer para tranquilizar a los israelíes y para protegernos", afirmó Abas.

A este respecto, Abas reveló que Palestina no formará un Ejército, sino que solo creará un cuerpo de Policía para garantizar el orden en las calles.

"Así la OTAN será la encargada de prevenir el tráfico de armas y el terrorismo que Israel teme", detalló.

Abas se mostró también abierto a aceptar que las fuerzas israelíes se retiren de forma gradual en un periodo máximo de cinco años y que las colonias ilegales desaparezcan de manera escalonada en igual plazo de tiempo.

"Seremos (un Estado) desmilitarizado. ¿Piensa que es posible que podamos creer que estaremos seguros si los israelíes no sienten que están seguros?", agregó.

El líder palestino ya expresó su disposición a la entrada de una fuerza internacional liderada por la OTAN la semana pasada en una entrevista difundida durante la celebración de un importante evento de seguridad israelí en Tel Aviv, pero entonces el plazo del que habló era de tres años.

Esta es, sin embargo, la primera vez en que se expresa en profundidad sobre esta idea ya desechada en anteriores negociaciones en un medio internacional, en una inusual entrevista concedida este fin de semana en su oficina de Ramala.

Se produce, además, en un momento de especial relevancia, en el que se acumulan los rumores sobre el acuerdo marco que palestinos e israelíes negocian desde el verano bajo la batuta del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y que podría ser presentado en las próximas semanas.

El documento, que tiene como fecha límite el 29 abril, incluye los temas de discusión tradicionales -los refugiados, el agua, el futuro de Jerusalén, y las fronteras de 1967- y se negocia con la idea de que sirva de cimiento para un acuerdo final que certifique la solución de los dos Estados.

En las últimas semanas, la cuestión de la seguridad en el estratégico valle del Jordan (en Cisjordania) y el futuro de los asentamientos ha disparado la polémica y levantado criticas en los sectores más duros de ambos lados.

En Israel, numerosos responsables se han mostrado escépticos ante la propuesta de una tercera fuerza en la zona, mientras que el Ejército prefiere una presencia prolongada en el tiempo y la derecha más radical se opone al desmantelamiento de las colonias.

Incluso el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró semanas atrás en Davos su oposición a obligar a los colonos a abandonar sus asentamientos en Cisjordania, considerados ilegales por la ley internacional.

La OTAN, por su parte, no ha comentado las declaraciones del líder palestino.

Abas aceptó, igualmente, la posibilidad de eludir la fecha limite y ampliar la negociación a lo largo de 2014, como sugieren algunos de los implicados, si se mantienen las perspectivas de éxito.

Durante ese tiempo, Israel congelaría la construcción de nuevas colonias y los palestinos frenarían su decisión de litigar en las cortes internacionales.

"No es una fecha sagrada. Suponga que al final de los nueve meses conseguimos algo prometedor. ¿Debemos parar? No voy a parar. (Pero) si tras nueve meses, no logramos nada, si no existe nada en el horizonte, pararemos", advirtió.

Abas habló con claridad, igualmente, sobre otro de los puntos de fricción que han emergido con fuerza en estas últimas semanas de contactos: el reconocimiento de Israel como Estado judío.

"Ni a Egipto ni a Jordania se le exigió esta condición para hacer la paz" en 1979 y 1994, respectivamente, recordó.

Asimismo, reconoció presiones de la calle, de otras formaciones palestinas y de su propio partido y entorno para que abandone el actual esfuerzo y siga adelante con la demanda de reconocimiento en la ONU.

"No, no quiero. Quiero aprovechar cada minuto ahora, quizá podamos lograr algo. No quiero recurrir a la Justicia. No me gustan los tribunales. Quiero que el problema lo resuelvan ambas partes de forma directa", afirmó.

"Pero si no logro mis derechos, póngase en mis zapatos, ¿qué debo hacer?", se preguntó antes de descartar la posibilidad de retomar la lucha armada.

"En mi vida, y si tengo más vida en el futuro, nunca volveré a la lucha armada", apostilló Abas.

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