Abogado de Puigdemont: "El juicio es un proceso político para dar un castigo"

  • De Manuel Marchena dice que "aparentó los primeros días del juicio con sus buenas formas que iba a respetar los derechos" de todas las partes.
Jaume Alonso Cuevillas, abogado de Carles Puigdemont
Jaume Alonso Cuevillas, abogado de Carles Puigdemont
@324CAT - Archivo

El abogado defensor del ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, ha dicho este sábado que el juicio por el "procés" es "la crónica de una sentencia anunciada que va a ser condenatoria pese a que no hay delitos" y que corregirá, posteriormente, el Tribunal de Estrasburgo.

En un coloquio organizado por ANC de Euskal Herria en Bilbao sobre el juicio del procés, Alonso-Cuevillas ha dicho que el presidente de la Sala del Supremo que juzga a los acusados, Manuel Marchena, "aparentó los primeros días del juicio con sus buenas formas que iba a respetar los derechos" de todas las partes.

Sin embargo, "cada día -ha dicho- vamos viendo su cara real" y le ha reprochado que actúe con "un desequilibrio absoluto de tratamiento hacia cada una de las partes", ya que "permite testigos opinantes", pero solo cuando actúan así para la acusaciones lo que supone "una vulneración absoluta de derechos" para los acusados.

"No hay ningún delito en la convocatoria del referéndum del 1 de octubre de 2017 porque ya se despenalizó en el Código Penal. Lo que pasa es que nos enfrentamos a un Estado herido en su orgullo" y "en la corte de Madrid, que tiene el dominio del poder judicial y del alto funcionariado", sostienen que fue "un desafío para el Estado" y que por ello, "lo van a pagar y da igual o no que sea delito" porque se lo "inventan", ha asegurado.

Ese proceso, a juicio del letrado, "es en realidad es un proceso político para dar un escarmiento y un castigo" a los líderes independentistas catalanes que "intentaron desafiar al Estado", y "además, un aviso a navegantes para los vascos".

Así, ese juicio "es la crónica de una sentencia anunciada que va a ser condenatoria pese a que no hay delitos", pero "la ponencia de la sentencia será el propio escrito de la acusación" y "Marchena logrará una sentencia por unanimidad para no dejar votos particulares que puedan dar oxígeno" a actuaciones ante tribunales internacionales.

"Auguro que, en vez de rebelión, quedará en conspiración para la rebelión y rebajará las penas a aproximadamente la mitad" de las que se han pedido, "y será así una sentencia absolutamente injusta contra las que se tendrá que ir en amparo", ha reflexionado.

Pasados alrededor de cinco años, ha continuado, "veremos que el Tribunal de Estrasburgo dará la razón a las defensas", pero antes de esa sentencia "va a llegar una solución política".

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