Acaba el primer día de declaración de un abogado imputado por siete delitos

  • La juez Mercedes Alaya ha concluido esta noche la primera jornada de declaración del abogado Carlos Leal Bonmati, socio director del Bufete Estudio Jurídico Villasís, al que imputa siete delitos, entre ellos malversación, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales.

Sevilla, 4 jul.- La juez Mercedes Alaya ha concluido esta noche la primera jornada de declaración del abogado Carlos Leal Bonmati, socio director del Bufete Estudio Jurídico Villasís, al que imputa siete delitos, entre ellos malversación, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales.

La declaración, que comenzó esta mañana y se ha suspendido para comer antes de retomarla esta tarde, se prevé que se prolongue durante todo el viernes y no se descarta que continúe incluso el sábado, según han afirmado abogados personados en la causa.

El abogado también está acusado de prevaricación impropia, de un delito contra la hacienda pública, de asociación ilícita y de cohecho, delitos que habría cometido desde 1999, cuando se produjeron los primeros ERE fraudulentos.

La declaración del abogado es la última de los 22 imputados en la Operación Heracles desarrollada en marzo por la Guardia Civil por el cobro de sobrecomisiones en los ERE.

En una parte de la declaración, la juez le ha preguntado al abogado sobre la participación del diputado del PSOE Gaspar Zarrías en la concesión de ayudas a la empresa de Jaén Primayor cuando el político jienense era consejero andaluz de Presidencia, y ha respondido que se interesaba por las compañías de su provincia en crisis para encontrar soluciones.

En un receso de la declaración, Carlos Leal ha dicho a los periodistas que "por mis cuentas no ha pasado dinero público, ni un euro", y ha asegurado que respondería a las preguntas de todas las partes personadas en la causa porque no tenía "nada que ocultar".

Ante la juez, Leal ha dicho que no sabía que se incluían intrusos en los ERE en los que trabajaba como abogado y que se "iba cabreando exponencialmente" conforme se enteraba de esa práctica.

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