ACNUR dice que los refugiados sirios han disminuido en el Líbano desde junio

Beirut, 30 oct.- El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) señaló hoy que el número de refugiados sirios en el Líbano ha disminuido ligeramente desde junio pasado y dijo no haber sido informado por Beirut de las supuestas restricciones a la entrada de estas personas en el país.

En una rueda de prensa, la representante del ACNUR en el Líbano, Ninette Kelley, apuntó que en junio pasado había 1.133.541 refugiados sirios en el país y en octubre esa cifra bajó a 1.122.525, aunque las autoridades dicen que sigue habiendo más de 1,5 millones.

Kelley destacó que la situación de esas personas es "trágica" y que el Líbano soporta una "gran carga" que afecta a todos los sectores.

"Nuestra prioridad es mejorar la situación de los refugiados y brindarles lo que necesitan, sobre todo ahora que se acerca el invierno", agregó la representante, que subrayó que los libaneses también necesitan ayuda.

Aseguró "no haber sido informada" por el Gobierno de la supuesta prohibición para la entrada de más refugiados sirios y dijo que continuará dialogando para saber los criterios que se están aplicando.

"El número de refugiados ha disminuido en las fronteras, que no están cerradas, ya que la gente va y viene regularmente", afirmó Kelley.

En junio, las autoridades libanesas decidieron retirar el estatuto de refugiados a los sirios que regresaban a su país al considerar que vivían en zonas que no se han visto afectadas por la guerra.

En ese sentido, la representante del ACNUR indicó que los sirios con estatuto de refugiados "se lo piensan mucho" antes de regresar a su país y que a otros muchos "les gustaría hacerlo pero las circunstancias no se lo permiten".

"Las donaciones que los países de la región reciben para los refugiados son inferiores a las necesidades, que son enormes y mi mensaje a la comunidad internacional es que deben aumentar", reclamó Kelley.

Asimismo, dijo no ser partidaria de la creación de campamentos para los refugiados sirios en las fronteras, ya que la experiencia ha demostrado que "los refugiados y los milicianos no pueden representar un conjunto homogéneo y los primeros pueden representar un peligro no solo para los segundos, sino también para las comunidades locales".