La Comisión Europea pedía ayer a los Estados miembros de la UE que acojan a todos aquellos refugiados afganos que han huido de su país tras la llegada al poder de los talibán y se encuentren en una situación de "amenaza inmediata". El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, acaba de anunciar que horas antes de que aterrizara el primer avión enviado por las Fuerzas Armadas españolas a Kabul para empezar las repatriaciones de los españoles y afganos colaboradores ha llegado a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) otro vuelo con personal colaborador de la Unión Europea. Se trata de un vuelo con "solicitantes de asilo" que tras hacer escala en Roma estarán en España hasta que "sean distribuidos entre distintos países comunitarios". El primero de estos grupos, compuesto por cinco familias afganas, llegó anoche en un vuelo del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) procedente de Roma, y serán enviadas a Dinamarca, Alemania, Polonia y Letonia.
La recepción de ese vuelo tuvo lugar a las doce de la noche. Cuatro horas después llegaban los primeros 53 repatriados desde Kabul. "En Afganistán ya no quedan casi ningún español", asegura Escrivá en declaraciones a la cadena Ser, excluyendo de ahí tanto al personal militar encargado en la zona de organizar las evacuaciones así como al cuerpo diplomático, al frente de dichas repatriaciones. En el primer vuelo han viajado un total de dos familias con nacionalidad española y 48 ciudadanos afganos, 21 mayores de edad y 32 niños. Uno de los pequeños ha sido trasladado a un hospital por llegar con "diarrea".
Ninguno de los dos vuelos serán los últimos. Escrivá detalla que el objetivo del gobierno será que pasen como máximo 72 horas en el campamento organizado en la misma base, donde ya se han realizado las primeras pruebas de antígenos asistidos por personal del Ministerio de Defensa y de la Cruz Roja. Durante las primeras 72 horas, los afganos van a permanecer en el campamento provisional desplegado por el Ejército en la base de Torrejón, con capacidad para 800 personas, donde van a dormir en tiendas de campaña y en literas instaladas en un pabellón. Transcurridos los tres primeros días, y una vez que formalicen su petición de asilo ante la Policía Nacional, se van a distribuir por centros o pisos del Estado en diferentes lugares de España.
El personal colaborador de la UE serán trasladados a otros países. "Es importante que ayudemos a aquellos que se encuentran bajo una amenaza inmediata para que sean reubicados en los Estados miembros. Por eso he pedido a los países que intensifiquen la reubicación", decía ayer la comisaria sueca. "Hay personas que han trabajado por los derechos civiles, hay periodistas y otros en Afganistán que ahora están amenazados y realmente deben ser reubicados con seguridad en la UE", ha afirmado la comisaria de Interior en una declaración sin preguntas tras el encuentro telemático.
En la misma línea, la responsable de la cartera de Interior del Ejecutivo comunitario ha subrayado que la UE debe hacer todo lo posible para "evitar una crisis migratoria" tras la llegada al poder de los talibán y eso pasa por apoyar a los países vecinos y crear "vías legales" para los demandantes de asilo. "Tenemos que evitar que inicien viajes irregulares muy peligrosos para llegar a las fronteras europeas, no debemos esperar a que estas personas estén en nuestras fronteras, tenemos que ayudarles antes", ha defendido.
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