Casi 8 de cada 10 menores víctimas de bullying sufren acoso en las redes

Menores de entre 10 y 13 años y chicas que llevan sufriendo bullying durante meses es el perfil mayoritario de quienes acuden al teléfono contra el acoso escolar del Ministerio de Educación, sin embargo en la mayoría de los casos, el 79% de las veces, no denuncian ellos sino que fueron los padres. Este 2 de mayo se celebra el Día Mundial contra el Acoso Escolar y las cifras siguen siendo preocupantes, especialmente con el auge de las redes sociales, donde el 78% de los menores que sufren bullying reciben insultos y amenazas.

Entre noviembre de 2017 y octubre de 2018 el teléfono contra el acoso escolar detectó 5.557 posibles casos.  En total, el Ministerio de Educación y Formación Profesional atendió 12.799 llamadas, no todas suponían un caso concreto de acoso, sino consultas generales, por ejemplo. El número de llamadas descendió respecto al mismo período del año anterior cuando se atendieron 25.366 llamadas. Esta disminución se debe a que durante ese periodo varias comunidades autónomas pusieron a disposición de los menores sus propios teléfonos contra el acoso.

Según los datos difundidos con motivo del Día Mundial contra el Acoso Escolar que se celebra el 2 de mayo, casi la mitad de las víctimas, el 46%, tenía entre 10 y 13 años, mientras que el 17% eran más pequeños, de entre 8 y 9. Y apenas hay diferencia por sexos: el 49 % de las posibles víctimas eran chicas frente al 48 % de los chicos.

Mira también

Detenido un menor por acoso tras el suicidio de un compañero de su instituto

En el caso de los acosadores, de los que el 30% tenía entre 11 y 13 años, la diferencia por sexos es mayor. Así, aunque los posibles acosadores forman parte, mayoritariamente de un grupo mixto de niños y niñas, ellos suponen un 39% (individualmente y en grupo) frente al 25 % de niñas.

En cuanto al tipo de acoso, preocupa especialmente la actividad en redes sociales. En los casos de ciberacoso, las agresiones más comunes (78%) son los insultos o risas a través de las redes. Dentro del acoso psicológico, el más común fueron los insultos, en un 39% de las llamadas, mientras que en el físico, la mayoría de las víctimas, el 64%, sufrió golpes y empujones. 

Dentro del denominado acoso social, la más frecuente era no dejar participar en actividades a la víctima, situación que sufrieron un 33% de los menores agredidos. En los posibles casos de acoso sexual detectados, la mitad de las víctimas fue degradada con insultos o comentarios obscenos, cuatro de cada diez padeció acoso o intimidación y el 11 % denunció abusos sexuales.

De los casos atendidos por el Teléfono contra el Acoso Escolar, el problema había sido comunicado a los padres y a los profesores en el 25% y 22% de las casos. Casi la mitad de las posibles víctimas denunciaron que se sentían intimidadas ante lo que les estaba sucediendo y entre los problemas psicológicos que registraban destaca la ansiedad, en el 40% de los casos, y la tristeza, en el 36%.

El acoso también general problemas físicos como los digestivos, que afectaban al 30% de los acosados, y de sueño, en el 26%. Además, el acoso genera que la mitad de las víctimas tenga dificultades con las relaciones sociales y no quiera ir al colegio y que, en uno de cada cuatro casos disminuya el rendimiento escolar.

El teléfono contra el acoso escolar del Ministerio de Educación y Formación Profesional es el 900 018 018, es un servicio gratuito, confidencial, anónimo, está operativo las 24 horas y es atendido por psicólogos apoyados por trabajadores sociales y abogados. En todos los casos se informa al interlocutor de los pasos que debe seguir para comunicar al centro educativo la situación del acoso, con el fin de que se tomen las medidas oportunas.

Los casos que requieren atención especial, bien por su gravedad o por no haber recibido el apoyo esperado del centro educativo, se derivan a los servicios de Inspección Educativa o a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tal y como marca el protocolo de actuación.

El acoso escolar es todavía una tarea pendiente y las principales autoridades responsables tratan de disminuir las cifras. Desde hace varios años, la Policía trata de concienciar a los menores, especialmente de su actividad en las redes sociales que, en muchas ocasiones, no parece tan dañina como finalmente es. 

La Policía recomienda siempre que la víctima denuncie y guarde las pruebas, pero también pone el foco en los testigos, "el silencio hace cómplice, ya que en las redes sociales hay más gente que percibe el acoso. Igualmente, animan a no compartir imágenes o vídeos que no sean adecuados y denunciar la situación, para poder para una cadena que supone un acoso a la víctima.