Activistas de Greenpeace cortan el acceso a Madrid Central al reabrirse el tráfico

Varios activistas de Greenpeace han cortado el acceso a Madrid Central. / Greenpeace
Varios activistas de Greenpeace han cortado el acceso a Madrid Central. / Greenpeace

Este 1 de julio arrancaba la moratoria de tres meses de Madrid Central. Varias plataformas ecologistas ya habían anunciado que harían piquetes informativos sobre la medida del gobierno de Manuela Carmena, pero Greenpeace ha ido un paso más allá. Poco antes de la primera hora de la mañana varios activistas de la ONG ecologista se han encadenado y se han sentado en los carriles de acceso a la calle Alcalá y Gran Vía desde la Plaza de Cibeles.

Bajo el lema de 'Madrid Central Funciona' y 'No más coches' más de una decena de activistas de Greenpeace han cortado los carriles de acceso a estas calles sentándose en el suelo y encadenándose entre ellos. Sin embargo, sí que han dejado libre el acceso a los autobuses de la EMT por el carril que éstos tienen designado en el lado derecho de la calzada.

"Poniendo este freno humano en las calles de manera pacífica reclamamos al Ayuntamiento que no rebaje una medida que ha demostrado su eficacia reduciendo la contaminación a su valor más bajo en 10 años", ha indicado la organización en un comunicado, acompañado de imágenes de los activistas sentados en el suelo para impedir la entrada de coches en esta calle y con una pancarta en la que denuncian que la contaminación es la responsable de 38.000 muertes anuales.

Además, desde Greenpeace recuerdan que Madrid Central sigue en vigor "con o sin multas", y animan a los ciudadanos a seguir utilizando el transporte público y evitar ir al centro en coche: "Por eso hemos dejado libre el carril bus, permitiendo el paso a los autobuses y vehículos de emergencia".

Además de este 'piquete', están previstos más de ellos, aunque de carácter "informativo", y se situarán en la calle Atocha, en la plaza de Embajadores, en la Puerta de Toledo y en Plaza de España con Gran Vía. La controvertida medida de demorar las multas de Madrid Central del nuevo gobierno municipal de Almeida, ha recibido críticas como la manifestación que se celebró el pasado sábado en la plaza de Callao en defensa de la medida de restricción del tráfico. La implantación de esta medida por parte del anterior gobierno del ayuntamiento de Carmena, también recibió críticas de comerciantes y afectados.

En el lado de los opuestos a la medida se encuentra la Plataforma de afectados por Madrid Central. Esta plataforma que reúne a comerciantes  y empresarios ha pasado por un proceso de transición de posturas respecto a la medida de restricción del tráfico. En un principio, la plataforma se oponía a la medida, mientras que ahora opta por un reconversión de la misma. La Plataforma de Afectados por Madrid Central consideraba "una buena noticia" la moratoria a las multas en el área de bajas emisiones, al considerar que "afloja la presión sobre el efecto disuasorio" y abre un "período de reflexión" sobre el futuro del proyecto.

En una rueda de prensa la pasada semana, el coordinador de la plataforma, Vicente Pizcueta, explicó que la pretendida "reconversión" de Madrid Central supone una oportunidad para "perfeccionar" los defectos de la misma. Pizcueta se mostró confiado en mantener una reunión con la Alcaldía en "un máximo de quince días" y, a continuación, abrirá una ronda de contactos con el resto de fuerzas políticas del Ayuntamiento, a las que expondrá un catálogo de 25 medidas que los comerciantes y empresarios del centro de la capital proponen para matizar Madrid Central.

Entre esas 25 medidadas destacan un "plan de choque de formación para la transición ecológica de las pymes", mejorar el "equipamiento en infraestructuras" como puntos de recarga para vehículos eléctricos, la instalación de paneles informativos sobre la disponibilidad de plazas de aparcamiento y "la equiparación de los titulares de las actividades como vecinos", que es "la gran asignatura pendiente".

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