El abrazo de Sánchez e Iglesias que pone fin a meses de negociaciones sin acuerdo

El pacto Sánchez-Iglesias pone en jaque a los mercados en pleno parón económico
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EFE

El "proyecto político es tan ilusionante que supera cualquier tipo de desencuentro que hayamos podido tener estos últimos meses", ha dicho Pedro Sánchez mientras presentaba el acuerdo de "legislatura"  con el secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.  Los líderes de PSOE y Unidas Podemos se ven las caras apenas 36 horas después de las elecciones en una negociación muy discreta de la que ya dieron alguna pista en sus discursos el pasado domingo. Mientras el líder del PSOE aseguraba que "esta vez sí o sí vamos a conseguir un gobierno progresista", el de la formación morada ya garantizaba que "desde mañana negociaremos un gobierno de coalición". Y así una relación que parecía insalvable ha podido mejorar.

Las negociaciones contrarreloj con ofertas y contraofertas no llegaron a buen puerto. La vocación del gobierno era gobernar en solitario. El PSOE ofreció cargos intermedios, pero no ministerios y luego abrió la puerta a ministros de Podemos, pero vetó a los dirigentes principales. Sánchez decía aquello de que "no se dan las condiciones para que Iglesias sea miembro". El líder de Podemos dejó claro que "no iba a ser excusa". Hasta que llegó el reproche y la justificación. 

El propio Sánchez daba por "rotas" las negociaciones entre el PSOE y Unidas Podemos y culpaba directamente a Iglesias tras el anuncio de la consulta de la formación a las bases para apoyar el pacto días antes de la investidura. Estas declaraciones eran muy similar a las que hizo el propio Iglesias días antes cuando dijo no que era "razonable" que el PSOE le hiciera las propuestas de gobierno a través de los medios de comunicación, en referencia a un anuncio de Carmen Calvo durante una entrevista que pretendía incluir un ministro técnico de Podemos en el gobierno de cooperación de ambas fuerzas políticas.

Hoy hemos escuchado que "es tiempo de dejar atrás cualquier reproche y trabajar codo con codo". Ahora hablan los líderes de un gobierno "con la experiencia del PSOE y la valentía de Unidas Podemos". Una fumata blanca  48 horas después de conocerse los resultados de las elecciones generales que llega con un acuerdo de coalición que alcanzaría los 155 diputados con Pablo Iglesias como vicepresidente.

Ambos se han fundido este martes en un abrazo tras estampar su firma en el principio de acuerdo alcanzado dos días después de las elecciones para compartir un gobierno de coalición. En el comedor de gala de la cuarta planta del edificio de ampliación del Congreso de los Diputados se ha habilitado una mesa para que los líderes del PSOE y de Unidas Podemos rubricaran el acuerdo e hicieran una breve declaración sin preguntas de la prensa.

En el lateral del salón se podía ver a los colaboradores de uno y otro dirigente. Por el PSOE estaban la número dos del partido y portavoz parlamentaria, Adriana Lastra; el secretario general del Grupo Socialista, Rafael Simancas; el director del gabinete del presidente, Iván Redondo, y el secretario de Presidencia, Félix Bolaño.

Saludos a los colaboradores de uno y de otro

Por Unidas Podemos acompañaron a Iglesias la portavoz parlamentaria, Irene Montero; el coordinador federal de IU, Alberto Garzón; el secretario general del PCE, Enrique Santiago, así como los representantes de las distintas confluencias: Jaume Asens (En Comú), Yolanda Díaz y Antón Gómez Reino, de En Común Galicia, y el diputado electo Juantxo López de Uralde, que en su día representaba a Equo. En la sala estaba además Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos, que dimitió tras una investigación de Hacienda.

Sánchez e Iglesias llegaron después y posaron ante los informadores gráficos dándose la mano sonrientes. Después ambos dirigieron unas breves palabras y luego suscribieron el acuerdo, tras lo cual los dos dirigentes se fundieron en un abrazo, tras meses de desencuentros y una repetición electoral. "Oooh", exclamaron los asistentes.

A continuación, los líderes del PSOE y de Podemos han saludo a los colaboradores presentes en la sala, los de su partido y los del otro. Así, Pablo Iglesias se ha abrazado al secretario general de Presidencia, Iván Redondo, y Pedro Sánchez ha saludado a Irene Montero.

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