Adolescente con "afluenza" podría ser deportado pronto de México a EEUU

  • Un adolescente estadounidense que recurrió al término "afluenza" en su defensa tras atropellar en estado de ebriedad y matar a cuatro personas, podría ser deportado pronto de México a Estados Unidos después de que renunció a su apelación, informó el martes su abogado.

Ethan Couch, de 18 años, ha estado detenido en una estación migratoria de la Ciudad de México desde que él y su madre fueron capturados a finales de diciembre en Puerto Vallarta, un turístico balneario del mexicano en el estado de Jalisco en la costa del Pacífico.

Las autoridades estadounidenses los buscaban después de que Couch faltó a su cita de libertad condicional.

Su madre, Tonya Couch, fue enviada de vuelta a Estados Unidos el 31 de diciembre y arrestada inmediatamente por las autoridades estadounidenses, acusada de entorpecer la captura de su hijo.

La defensa del joven había presentado un recurso para postergar su deportación.

Pero su abogado, Fernando Benítez, dijo a la AFP que Couch retiró su apelación el 15 de enero y que un juez dio su aprobación este martes.

Ahora será el Instituto Nacional de Migración el que definirá cuándo volará Couch a Estados Unidos, pero "debería ser enviado de vuelta (a su país) lo antes posible", dijo Benítez en un correo electrónico.

En 2013, cuando tenía 16 años, Couch atropelló a un grupo de peatones cuando conducía ebrio, dejando cuatro muertos y varios heridos.

En ese momento, el adolescente tenía en la sangre tres veces la cantidad de alcohol permitida para un adulto.

Couch es hijo de multimillonarios, y su juicio se volvió famoso cuando un psicólogo atestiguó a su favor asegurando que padecía "afluenza", que definió como "la enfermedad de los niños ricos", producto de unos padres irresponsables.

El término, creado a partir de los conceptos de opulencia e influencia, implica que su condición financiera lo hace incapaz de comprender las consecuencias de sus acciones.

El joven se declaró culpable de homicidio involuntario por intoxicación, y la fiscalía pidió 20 años de prisión para Couch, pero se le impuso una sorpresiva sentencia que consistió sólo en recibir tratamiento psicológico y una década de libertad condicional, lo que indignó a muchos estadounidenses.

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