Dos abulenses de adopción serán el nuevo 'ticket' del PP. Pablo Casado ha escogido a Adolfo Suárez Illana como su número dos por Madrid, de forma que el ilustre apellidos volverá al Congreso de los Diputados a partir del 28 de abril. Con esta decisión el hijo del primer presidente de la democracia da un paso más para involucrarse en la primera línea política, después de una fugaz y fallida etapa hace unos años, con el objetivo de mantener el legado de su padre en el hemiciclo. Lo ha dejado todo por el 'casadismo' y ha renunciado a un sueldo mucho mayor y a un trabajo que le hacía codearse con los grandes del Ibex 35.
Suárez Illana ha recorrido el camino inverso al de Soraya Sáenz de Santamaría u otros cargos. Ha dicho 'no' a trabajar en el mundo privado donde tenía un puesto de alta dirección. El madrileño fichó en 2010 por el despacho de abogados Ramón Hermosilla & Gutiérrez de la Roza (RHGR). Dos años más tarde, en 2012, presentaban Ontier, la marca internacional del bufete con Suárez Jr. como presidente. El objetivo era claro: asesorar a grandes multinacionales. Y lo consiguieron.
El trabajo del que, quizá, más orgulloso esté Suárez Illana haya sido el realizado con Carlos Slim. Ambos colaboraron en el desembarco del magnate mexicano en FCC. Y lo hicieron con éxito. Repsol, Talgo y otras grandes firmas españolas contaron con el asesoramiento de Suárez y su equipo. Eran los años del 'marianismo', con un PP intentando recuperar el país del rescate bancario, una etapa en la que el hijo de Suárez no quiso saber nada de política.
Salió rebotado, por la puerta de atrás se podría decir. En 2002 Aznar le ofreció un caramelo envenenado: presentarse a la presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha. Fue cabeza de lista por Albacete, pero fracasó ante el entonces 'todopoderoso' José Bono. Suárez ni siquiera llegó a tomar el acta de diputado regional en una campaña marcada por la participación de su padre en un mitin. Fue la última vez. El alzheimer empezaba a ser visible en el presidente.
Suárez Illana sufrió la enfermedad de su padre y fue él quien tomó la histórica fotografía junto al Rey, su amigo, en el jardín del domicilio familiar. Año 2008:
La vida de Adolfo Suárez Illana cambió este verano, cuando Pablo Casado ganó las primarias del PP. Lo primero que hizo fue llamar a su amigo para ocupar el puesto de mando de la fundación Concordia y Libertad, el nuevo laboratorio de ideas de Génova. Le puso despacho en la séptima planta de Génova y ahora le asciende a número dos con la perspectiva de, si llega al Gobierno, convertirle en un peso pesado de su equipo.
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