A escasas sesiones de que el juicio por la salida a bolsa de Bankia toque a su fin, un grupo de inversores personado en el procedimiento ha decidido desistir de la vía penal que arrancó en la Audiencia Nacional hace más de seis años. Aunque pueda parecer un movimiento sorprendente, se produce tras haber ganado la batalla que libraban en la vía civil y que ha hecho que puedan recuperar los ahorros que invirtieron y perdieron con motivo del debut bursátil del banco en el año 2011.
El pasado mes de agosto, un total de siete afectados personados como acusación particular en la causa y defendidos por el despacho Unive Abogados comunicaron al tribunal de la Audiencia Nacional que juzga a los antiguos gestores de Bankia su intención de abandonar el procedimiento; un requerimiento al que los magistrados de la Sección Cuarta han dado luz verde advirtiendo, eso sí, que esta salida implica la renuncia también de las acciones civiles que de esta causa concreta se deriven, de acuerdo con el auto del tribunal recogido por este diario.
El motivo, según explican desde el despacho que ejerce la defensa, se debe a que los mismos afectados tenían abiertos otros procedimientos civiles en diversos juzgados del país los cuáles han fallado a su favor. De este modo, pueden recuperar las cuantías invertidas con la compra de acciones de salida a bolsa y desistir de la acción penal casi en tiempo de descuento puesto que el juicio encara sus últimas sesiones dedicadas a que los abogados de los acusados que faltan por intervenir expongan sus informes finales. Tras ellos, el tribunal dará la oportunidad a los antiguos directivos de Bankia a emplear turno de última palabra y, acto seguido, dejará el juicio visto para sentencia.
Una docena de acuerdos con minoristas
Con todo, también ha habido otras acusaciones que han desistido de la vía penal tras acogerse al programa de resarcimiento que puso en marcha la entidad para todos los inversores que participaron en la OPS. Según fuentes de la investigación consultadas por este diario, se han cerrado en los últimos meses un total de 12 acuerdos con minoristas que han estado representados todo este tiempo por las acusaciones particulares del macroprocedimiento. Con todo, el hecho de que algunas personas se hayan retirado a título individual no quita que las acusaciones particulares a las que pertenecían hayan desistido de la causa.
El banco, acusado como persona jurídica por presunto maquillaje de las cuentas relativas a los ejercicios de 2011 y 2012, puso en marcha este programa de indemnizaciones con el que evitó hasta el último momento tener que sentarse en el banquillo de los acusados por estos hechos. Tanto es así, que en su escrito de defensa antes del arranque de la vista el pasado mes de noviembre propusieron abonar cerca de 2 millones de euros a los 168 accionistas que no habían sido resarcidos en aquel entonces.
Casi 11.000 afectados personados
En la causa llegaron a estar personados un total de 10.789 afectados si bien el número fue menguando hasta reducirse a cerca de dos centenares. Con este gesto, la defensa legal del banco que preside Ignacio Goirigolzarri intentó sortear su implicación en este asunto y no solo eso sino también evitar que los afectados resarcidos pudieran continuar como acusaciones particulares en el juicio. De hecho, ese asunto salió a relucir en el marco de las primeras sesiones dedicadas a cuestiones previas aunque el tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo denegó esta pretensión y legitimó a todos los inversores afectados a continuar en el procedimiento penal.
Diez meses después del inicio del juicio y tras la salida de esta docena de minoristas personados, el banco sigue manteniendo la misma línea de defensa apuntando además que este proceso de indemnización (que pasa por devolver el capital perdido más un 1% de interés anual) se produce en un contexto completamente diferente para la entidad. Tanto es así que en su escrito de conclusiones finales recogido por este diario, se hizo especial hincapié en que Bankia "materialmente nada tiene que ver" con la etapa previa a la nacionalización del banco. De este modo trazó una clara línea divisoria con el antiguo equipo de Rato y pidió su absolución al considerar que la entidad no debe rendir cuentas por los delitos de falsedad contable y fraude de inversores.
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