Afganistán. El despliegue de unos inhibidores de frecuencia comprados en 2009 por seis millones aún está "pendiente"


El Gobierno reconoció hoy que el despliegue en Afganistán de unos inhibidores de frecuencia que se adquirieron en diciembre de 2009 a la empresa Indra por seis millones de euros aún está "pendiente".
Izquierda Unida informó hoy de que ésta ha sido la respuesta que el Ejecutivo ha dado a una pregunta por escrito formulada por su portavoz en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, José Luis Centella.
La contestación que ha obtenido reza, literalmente: "los inhibidores de frecuencia a los que se refiere requieren un protocolo exhaustivo de comprobaciones, pruebas y ajustes que, dada la complejidad del proyecto tecnológico emprendido, hace que todavía esté pendiente de su despliegue en zona de operaciones”.
Según IU, la respuesta llegó el pasado mes de diciembre, dos meses después de registrada la pregunta, y deja sin contestar otros aspectos por los que se interesó Centella: “¿Qué falló en las condiciones requeridas para la licitación del contrato? ¿Por qué no se verificó ese ‘detalle’? ¿Piensa el Gobierno pedir responsabilidades a los autores de este desaguisado?"
Centella incidió así en los problemas que según su interpretación han causado estos nuevos inhibidores, que se compraron para evitar las interferencias que provocaban otros anteriores pero que, al parecer, las ocasionan también. IU dice tener noticias de que los responsables del Ejército de Tierra han dado “orden inmediata de no enviar a la zona de operaciones ninguno de estos inhibidores y solucionar primero estas interferencias".
Por este motivo, la coalición denunció que, tres años después, “los dispositivos se encuentran almacenados sin poder utilizarse” en las misiones de Afganistán y Líbano para las que estaban destinados, cuando ya ha comenzado el repliegue de ambas.

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