Meloni parte como favorita

La afluencia en las elecciones italianas se desploma siete puntos hasta el 51%

El dato se refiere solo a la votación para la Cámara de los Diputados y refleja una importante caída en el número de personas que se han acercado a votar, lo que presagia una gran abstención en los comicios. 

Berlusconi votando
La afluencia en las elecciones italianas se desploma siete puntos hasta el 51%. 
EFE

La participación en las elecciones generales que se celebran este domingo en Italia alcanza a las 19:00 horas (17:00 GMT) del 51,16% lo que supone un descenso respecto al 58,40% de los últimos comicios, en 2018, informó el Ministerio del Interior. El dato se refiere solo a la votación para la Cámara de los Diputados -ya que sobre el Senado aún no se ha facilitado información- y refleja una importante caída en la afluencia, lo que será un indicador importante de la abstención durante estas elecciones.

Los últimos sondeos, que son de hace 15 días, ultima fecha para poder publicarse, mostraban una afluencia en torno al 65%, mientras que en 2018 la participación final fue de alrededor del 73%, ya la más baja de la historia. Los datos provisionales corresponden a la afluencia de personas a los colegios a las 19:00 horas (17:00 GMT), en tendencia con los datos del mediodía, mientras que el dato definitivo llegará solo tras el cierre a las 23.00 (21:00 GMT).

Según los primeros análisis, la afluencia desciende en todo el país, pero sobre todo en el sur con caídas importantes en Campania (-15,1%), Molise (-13,9%), Calabria (-13,0%), Cerdeña (-12,6%) y Basilicata (-12,1%). Para algunos analistas la bajada de votantes en el sur refleja además un alejamiento de la política, mientras que el resultado también podría estar condicionado por el mal tiempo y las fuertes lluvias que han afectado esa zona del país durante todo el día, sobre todo en Campania. Los italianos prefirieron votar a primeras horas de la mañana ya que la afluencia fue del 19,21%, similar al 19,43% de las elecciones de 2018.

Cerca de 51 millones de italianos están convocados a las urnas para elegir a 600 parlamentarios (400 diputados y 200 senadores), lo que supone un importante recorte frente a los 945 actuales (630 y 315) adoptado en una reforma aprobada en referéndum y 2,7 millones de jóvenes tendrán la posibilidad de votar por primera vez. También se vota en la región de Sicilia (sur) para la elección de su presidente y la renovación de su Asamblea.

A las 19:00 horas habían votado todos los líderes políticos a excepción de la ultraderechista Giorgia Meloni, que retrasó su aparición pública para emitir el voto hasta última hora de la noche para evitar molestias al resto de los electores ante la presencia masiva de los medios de comunicación. Votaron durante la mañana el secretario general del progresista Partido Demócrata (PD), Enrico Letta; el líder del populista Movimiento 5 Estrellas (M5S), Guiseppe Conte, y el centrista Carlo Calenda, al frente de Acción, una formación que acude a los comicios aliada con Italia Viva, de Matteo Renzi, que votó en Florencia (centro).

En Milán (norte) lo hicieron el ultraderechista Matteo Salvini, líder de la Liga, y el otro socio de Meloni en la coalición de derechas, Silvio Berlusconi, el veterano líder de la conservadora Forza Italia (FI), de 85 años, acompañado de su novia, Marta Fascina, de 32. Berlusconi volvió a ser protagonista en los medios con algunas declaraciones recogidas mientras comía con miembros de su partido al asegurar que sería el "director" de la coalición y que sacaría más votos que la Liga. "He tenido una fructífera amistad con Matteo (Salvini). Necesita estar un poco encuadrado, él no ha trabajado nunca, así que intentaré ser el director de gobierno", se le oye decir mientras almuerza con su pareja, la diputada de FI, Marta Fascina. Con total discreción y esperando su turno junto al resto de votantes, también ejerció su derecho al voto el aun primer ministro, Mario Draghi.

Largas colas por el voto 'antrifaude'

A pesar de que bajó la afluencia, se vivieron largas colas en los colegios electorales, pero el problema en esta ocasión parece haber sido el cupón 'antifraude'. Se trata de un mecanismo que ya se había probado hace cuatro años que consiste en un código alfanumérico progresivo que se despega de la papeleta sólo después de que el ciudadano haya manifestado su preferencia.

El presidente de la mesa verifica si el número de cupón es el mismo que se anotó antes de entregar la tarjeta y solo al final de esta verificación, la papeleta se puede insertar en la urna. Además los electores, antes de introducir la papeleta, deberán comprobar que se ha despegado este código, pues de lo contrario, durante la fase de escrutinio será anulada. En Italia no se pueden llevar las papeletas de casa a los colegios, una medida para evitar el llamado voto de intercambio que utiliza sobre todo la criminalidad organizada para garantizarse los votos del político al que han apoyado a cambio de algún favor o dinero.

Mostrar comentarios