El agua embalsada baja hasta el 40,4 %, doce puntos menos que hace un año

EMBALSE DE ENTREPEÑAS, AGUA, SEQUÍA, EMBALSES, BUENDÍA
EMBALSE DE ENTREPEÑAS, AGUA, SEQUÍA, EMBALSES, BUENDÍA
EUROPA PRESS - Archivo

El agua embalsada ha vuelto a disminuir esta semana y se sitúa ya al 40,4% de su capacidad total, con 22.656 hectómetros cúbicos, doce puntos menos que la cantidad acumulada hace un año, cuando se situaba al 52,27 por ciento.

Durante la última semana, las precipitaciones han sido escasas en la vertiente Atlántica y prácticamente nulas en la vertiente Mediterránea; la máxima se ha producido en San Sebastián-Donostia- con 37,2 litros por metro cuadrado, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco).

La mala gestión y la sobreexplotación se encuentran detrás de la escasez de agua embalsada en España, cuya cifra se encuentra por debajo de la media del último decenio. En los últimos seis años el nivel de agua embalsamada no ha mejorado "incluso en los años que más ha llovido" porque el problema de escasez "no está siempre relacionado con la falta de lluvias sino con las decisiones de gestión y de cuánta agua se usa" según el comunicado de la organización conservacionista.

Un "alto consumo de agua en regadío y agricultura intensiva acapara el 80% de este recurso", ha denunciado esta ONG, añadiendo que la recuperación de 2018 -año en el que llovió un 25 % por encima del promedio anual tras la sequía de 2017- no fue suficiente para compensar el uso creciente del recurso hídrico con su escasa acumulación por las lluvias.

Para el experto del Programa de Aguas de WWF, Rafael Seiz, "hay que gestionar el agua antes de que falte la lluvia", pero las autoridades responsables han optado por "una huida hacia adelante" al mantener "su empeño de afrontar las sequías a golpe de medidas urgentes y excepciones".

El estudio indica que durante el mes de agosto -y en julio en la mitad centro y sureste peninsular- no hubo sequía prolongada y sin embargo zonas del Segura y el Guadalquivir se encuentran en alerta mientras que otras del Júcar y el Guadiana se encuentran en prealerta, en todos los casos por escasez de agua. El caso del Segura es "paradigmático" porque, pese a que las últimas lluvias torrenciales que arrasaron zonas como la Vega Baja acumularon lo equivalente a la lluvia de un año en Murcia, se encuentra en situación de alerta con la reserva hídrica a un 28.2 %.

Estas precipitaciones torrenciales que han afectado en las últimas semanas a varios puntos de Levante no han impedido que España cerrara formalmente su año hidrológico con un balance negativo -una media de 533,7 milímetros frente a la media de 643,3 de los últimos diez años- y los embalses a un 41.1 % de su capacidad.

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