¿Aguantará Zapatero hasta diciembre?

  • El presidente del Gobierno se enfrenta en los próximos meses a varios frentes que podrían moverle de La Moncloa: una huelga general, una previsible derrota en las elecciones catalanas y una crisis económica que se agrava por momentos. Pero sobre todo, se verá obligado a adelantar las elecciones si no consigue sacar adelante los Presupuestos para 2011, una tarea que será todo un 'sudoku' para el líder socialista.
Zapatero, dispuesto a hablar de autogobierno para sacar adelante los presupuestos
Zapatero, dispuesto a hablar de autogobierno para sacar adelante los presupuestos
Beatriz Toribio

Zapatero apenas ha tenido vacaciones este año. Y no es para menos con la que se le viene encima. En los próximos meses se juega su futuro como presidente de España y si no mide atentamente todos sus pasos, antes de que acabe el año se verá obligado a adelantar las elecciones generales que, en principio, debería celebrarse en 2012.

Estos son los 'cinco jinetes del apocalipsis' a los que se enfrenta el líder socialista:
Los Presupuestos:Si José Luis Rodríguez Zapatero no logra los apoyos suficientes para que el Congreso apruebe las Cuentas Públicas del año que viene será la prueba definitiva que demuestre su incapacidad para gobernar y tendrá que convocar elecciones.

La cosa se presenta difícil. Sólo el PNV podría salvarle de tal cataclismo, ya que los grupos de izquierda han anunciado que no apoyarán unos presupuestos restrictivos. Y CiU, por su parte, avanzó hace meses que no respaldaría al Gobierno en esta ardua tarea. La estrategia de los nacionalistas catalanes se explica por la coincidencia de la negociación presupuestaria con las elecciones catalanas.

La negociación con el PNV será un complicado 'sudoku'. Los nacionalistas vascos piden un "pacto político" a Zapatero para conseguir más autogobierno para el País Vasco, lo que les permitiría recuperar protagonismo en su tierra. Cualquier movimiento en este sentido podría dañar al lehendakari Patxi López y su pacto con el PP, por lo que el presidente del Gobierno tendrá que andar con pies de plomo para hacer guiños al PNV.

Pero tendrá que hacerlos porque no hay otra salida. La posibilidad de prorrogar los Presupuestos de este año en caso de que no consiga el 'ok' del Parlamento no tendría sentido, ya que el Gobierno tiene que reducir en un 7,7% las cuentas del Estado para cumplir con sus objetivos de reducción de déficit.Así las cosas, se espera un otoño caliente en el que la sombra del adelanto electoral va a quitar el sueño al presidente.
Elecciones catalanas y 'otros' envites electorales:La debilidad del presidente en la negociación presupuestaría coincidirá con la campaña electoral en Cataluña, donde habrá elecciones a finales de octubre o en noviembre. Las encuestas auguran una victoria de CiU y el adiós a siete años de tripartito -PSC, ERC e ICV-.

A Zapatero se le abren varios frentes en este territorio: él y Montilla tendrán que gestionar la sentencia del Constitucional sobre el Estatut en plena campaña con el riesgo de perder el Gobierno de una región que fue clave en su victoria en las elecciones generales de 2008. El presidente del Gobierno tendrá que velar por el cumplimiento de la ley a la vez que allanar el terreno a un PSC que ha perdido mucho terreno a causa de la sentencia.

También este otoño se saldrá de dudas sobre el 'culebrón' entre Tomás Gómez y Trinidad Jiménez. En caso de que la ministra de Sanidad no consiga los avales necesarios en los órganos internos del PSOE de Madrid y el actual secretario general de los socialistas madrileños se convierta en el candidato para enfrentarse a Esperanza Aguire, Zapatero sufriría una seria derrota que le debilitaría de cara a la opinión pública y en las propias filas socialitas.

Además de Cataluña, el PSOE también podría sufrir serias derrotas en bastiones socialistas como Andalucía, donde el apoyo de IU evitaría perder el Gobierno pero no el mensaje: el PSOE, y con él Zapatero, ya no es lo que era.
Su primera huelga general:En sí, la cita del 29 de septiembre no es un problema para el presidente del Gobierno. Pero en el contexto del otoño más complicado al que se enfrenta el presidente del Gobierno desde que llegara a La Moncloa, la protesta hace daño.Si UGT y CCOO logran que la huelga general sea un éxito, José Luis Rodríguez Zapatero se verá seriamente 'tocado', ya que el golpe viene de sus hasta hace poco aliados: los sindicatos.

El clima estará caldeado, ya que la reforma laboral será aprobada definitivamente en la próxima semana y sus efectos ya se habrán hecho notar el 29-S. Además, aún hay malestar por el recorte salarial de los funcionarios, la propuesta de ampliar la edad de jubilación a los 67 años y los vaivenes del Gobierno sobre una reforma impositiva.

La crisis económica no da tregua: Este otoño se presenta caliente en el terreno político… y en el económico. Aunque España ha salido oficialmente de la recesión tras crecer un 0,1% en el primer trimestre y un 0,2% en el segundo, el propio presidente del Gobierno ya ha advertido que "es previsible que el tercer trimestre no sea tan bueno como el segundo".

Pero el termómetro que seguirá midiendo la gestión económica del Gobierno serán los datos del desempleo y el final de la campaña de verano suele venir acompañada de un aumento de las listas de parados inscritos en el Inem que también haría daño.
Caída en los sondeos: Los recortes sociales del presidente y su gestión económica han permitido al PP adelantar al PSOE en las encuestas. El último CIS, realizado entre el 15 y el 22, daba a los populares una ventaja de seis puntos, la mayor que consigue el principal partido de la oposición desde que Rodríguez Zapatero llegara a La Moncloa.

El presidente sigue teniendo más apoyo social que el líder del PP en las encuestas, pero se trata de una pequeña ventaja que podría dar la vuelta teniendo en cuenta el otoño que le espera.

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