Aunque todas las miradas están puestas en la declaración que preste Luis Bárcenas en el juicio que arranca el lunes en la Audiencia Nacional, su intención de destapar la caja 'B' del Partido Popular va mucho más allá. De hecho, el extesorero de la formación, que afronta cinco años de cárcel por el presunto pago irregular de la reforma de la sede de Génova, quiere dosificar la información que destapa y lo hará cuidando mucho los tiempos y las formas. De este modo, en su horizonte está también declarar en la parte abierta de esta causa, conocida como 'papeles de Bárcenas', así como en la trama Púnica, que salpica de manera directa a los expresidentes madrileños Esperanza Aguirre e Ignacio González.
Su testimonio en este último procedimiento podría inclinar la balanza en relación a la exmandataria regional, que en su interrogatorio descartó tener conocimiento alguno de este asunto. Fuentes de la Fiscalía Anticorrupción consultadas por La Información no descartan dar luz verde a la proposición de Bárcenas acerca de contar lo que sabe sobre este asunto. Se trata de un compromiso que plasmó por escrito en su carta remitida esta misma semana al Ministerio Fiscal y en la que adelanta que colaborará con la Justicia ya que cuenta con más pruebas de esta supuesta financiación opaca de la que era "perfectamente conocedor" Mariano Rajoy. Así pues, aunque a corto plazo el foco está puesto en la vista oral que arranca la semana que viene, su testimonio será clave en varios procedimientos que se siguen investigando en la Audiencia Nacional.
En lo que respecta al caso Púnica su ofrecimiento de colaboración se produce en un momento determinante. La instrucción encara su recta final en pleno cruce de reproches entre Aguirre, que se desliga por completo de prácticas irregulares, y la Fiscalía, que insiste en situarle en el "núcleo" de este supuesto sistema de financiación irregular. La versión que pueda aportar Bárcenas sobre estos hechos podría apuntalar la tesis del Ministerio Público, el cual ya consiguió el pasado verano que se escuchara en sede judicial a tres salpicados en la trama Gürtel. Uno de ellos, Guillermo Ortega, dijo que vio de primera mano como el extesorero Álvaro Lapuerta entregó a la exlíder del PP madrileño un sobre con 60.000 euros de una constructora. También dijo que Aguirre estuvo al tanto de cómo se financió la campaña electoral de 2007.
Niega pacto con Anticorrupción
Una versión que también defendieron, aunque con menor carga probatoria, Isabel Jordán (exempleada de una de las empresas de Francisco Correa) y Arturo González Panero, 'el Albondinguilla'. Ambos ratificaron que Aguirre tenía la última palabra en las decisiones más importantes del PP madrileño aunque no aportaron pruebas por escrito más allá de su testimonio, remitido a Anticorrupción. Ahora Bárcenas se postula para contar los pormenores de este sistema de cobros en 'b' y del que dice que fue testigo de excepción al atesorar en su despacho la caja que ocultaría el dinero de los donantes. Así pues, podría ir más allá de los nombres que ya ha destapado en su escrito (entre los que se encuentran exaltos cargos del partido y del Gobierno) y aportar más claves de cómo se financiaron las campañas regionales que están bajo la lupa de los investigadores.
Con todo, fuentes de su defensa niegan a este medio la existencia de un pacto con la Fiscalía Anticorrupción y apuntan que la documentación que atesora el exgerente popular se irá aportando de manera gradual. Así pues, además del caso Púnica, el procedimiento por sus papeles también podría contar con su testimonio. El magistrado José de la Mata lo reabrió tras las confesiones de Francisco Correa y de algunos empresarios durante el juicio de la Gürtel en el que admitieron la existencia de donaciones y de esa caja 'b' que el partido insiste en rechazar. De hecho, este procedimiento penal, que ahora dirige el magistrado Santiago Pedraz tras la salida de De la Mata, ha avanzado muchísimo gracias en parte a las pesquisas que se siguen en el caso Villarejo. Una de las últimas diligencias del magistrado ha sido requerir todo el material relativo al presunto espionaje a Luis Bárcenas por parte de la brigada policial que dirigía entonces el exDAO Eugenio Pino.
Pendiente de Kitchen
Bárcenas está especialmente pendiente de las pruebas que han ido recabando los investigadores en relación a este operativo ilegal con el que se le sustrajeron pendrives y documentos físicos sobre esta supuesta caja 'b' del PP. La operación, bautizada como Kitchen y costeada con fondos reservados, se puso en marcha en el año 2013, poco después de que el exgerente explicara al detalle las anotaciones de sus libretas, donde registró los ingresos y salidas de estos fondos opacos. Según explica en su reciente escrito, en el año 2009 advirtió a Rajoy de que tenía documentos sensibles sobre la formación. La respuesta del entonces presidente del partido fue eliminarlos en la máquina trituradora de papeles pero él se guardó una copia de todo que luego sustrajeron. La pregunta que está en el aire es qué documentos podría conservar todavía que hicieran peligrar a la anterior cúpula del partido.
Uno de los motivos que le han llevado a romper el pacto de silencio que mantenía con el PP, además de la entrada en prisión de su mujer Rosalía Iglesias, ha sido precisamente este espionaje ilegal para sustraerle esa copia que atesoraba en el despacho de Iglesias. Según plasmó en su escrito, existe una grabación que implica a un tercero y a Lapuerta en la que se aludía expresamente a estos sobresueldos y se daban nombres de sus destinatarios, entre los que figuraría Mariano Rajoy. El Partido Popular, que se sienta el lunes en el banquillo como responsable civil subsidario por pagar en negro las obras de su sede, se desliga por completo del asunto. La formación que dirige Pablo Casado le replica que son muchos años de amenazas y que saque a la luz lo que conserve de aquella época.
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