
Teherán.- Los presidentes de Irán, Mahmud Ahmadineyad, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, conversaron hoy por teléfono para analizar la respuesta internacional al acuerdo nuclear tripartito firmado hace dos semanas junto a Turquía.
Según un despacho de la agencia de noticias local Fars, durante la conversación el mandatario brasileño confirmó a Ahmadineyad que continúa con sus contactos y consultas con aquellos países que pueden participar en el intercambio de uranio enriquecido por combustible nuclear.
La agencia estudiantil Isna resalta, por su parte, que el mandatario sudamericano reiteró a su colega iraní que "Irán puede contar con la cooperación y la asistencia de Brasil"
Ahmadineyad insistió, por su parte, en que la denominada "declaración de Teherán supone "el inicio de una gran movimiento internacional en pos de la justicia, la paz y la seguridad global, que debe concretarse a través de la cooperación".
De acuerdo con Fars, el presidente iraní alabó "la firme postura y la persistencia de Lula en defensa de la declaración de Teherán", recalcó que ha generado "una situación apropiada en el mundo" y le garantizó que Irán "continuará en el camino hasta el final".
"Irán y Brasil pueden trabajar para adoptar medidas apropiadas y constructivas que se ajusten a los intereses de sus propios países y de otras naciones", agregó Ahmadineyad, según Isna.
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, acusan al régimen iraní de ocultar, bajo su programa nuclear pacífico, otro de ambiciones bélicas cuyo objetivo sería adquirir un arsenal atómico, alegación que Teherán rechaza.
El pulso se agravó el pasado noviembre, después de que Irán pusiera trabas a un acuerdo para intercambiar uranio al 3,5 por ciento por combustible al enriquecido al 20 por ciento, en las condiciones que dice necesitarlo para alimentar su reactor civil en la capital.
El pasado 17 de mayo, Lula y el primer ministro turco, Recep Tayeb Erdogan, lograron que Irán aceptara por escrito un compromiso para intercambiar en Turquía una parte de su uranio poco enriquecido por combustible nuclear.
La propuesta, que ha sido acogida con un cauto optimismo, fue enviada formalmente el lunes al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
En caso de que sea aceptada, el régimen iraní deberá enviar en el plazo de un mes 1.200 kilogramos del citado uranio a Turquía y recibirá un año después 120 kilogramos de uranio enriquecido al 20 por ciento.
Tanto Brasil como Turquía consideran el acuerdo un primer paso hacía la construcción de una confianza común y creen, además, que cierra la puerta a la propuesta de Estados Unidos de imponer nuevas sanciones al régimen iraní.
Aunque ha sido alabado por numerosos países, Washington mantiene abiertas las discusiones con el resto de miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre las medidas punitivas.
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