Detenido en el enclave español de Melilla en 2008, bajo la acusación de tráfico de armas para un grupo islamista, actualmente purga una pena de 12 años de prisión por "terrorismo" en Salé, cerca de Rabat.
Extraditado por España hacia Marruecos en 2010, Arrass afirma haber sido torturado para firmar sus testimonios. Según sus abogados, España lo extraditó "violando una medida provisional del Comité de derechos humanos de la ONU" que se oponía a ello.
Según AI, Arrass se encuentra detenido "en malas condiciones y necesita atención médica urgente".
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