Asesorado por PwC

Moncloa endureció el rescate exprés a Air Europa para calmar a UP y sus socios

El Gobierno se reserva la posibilidad de nombrar a dos consejeros y a tener voz y voto en la compra de Iberia. Hacienda descartó desde las primeras conversaciones entrar en el capital de la aerlínea.

El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el de Transporte, José Luis Ábalos.
Moncloa endureció el rescate exprés a Air Europa para calmar a UP y sus socios
EP

Primera gran empresa rescatada por el Estado y primer problema que ha sorteado, al menos por el momento, el Gobierno de coalición. El Ministerio de Hacienda endureció las condiciones de los dos préstamos concedidos a Air Europa por un total de 475 millones para intentar salvar las presiones que han llegado por parte de los socios del Ejecutivo y de investidura. Todos miran a las consecuencias que tendrá este rescate en la compra de la aerolínea de Globalia por parte del grupo IAG, una operación valorada en 1.000 millones de euros antes de la pandemia y que ahora se encuentra en el aire. La letra pequeña que acompaña a las ayudas públicas se ha afinado al máximo entre varios ministerios.

El Gobierno llevaba negociando el rescate de Air Europa desde verano. Una vez que la compañía de la familia Hidalgo solicitó formalmente el auxilio se puso en marcha la maquinaria a cuatro bandas: Vicepresidencia económica, Ministerio de Hacienda, de Transportes y Moncloa. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) puso números al proceso a través de una 'due diligence' para la que ha contado con el asesoramiento de PwC y que ha concluido con el acuerdo aprobado este martes en Consejo de Ministros. El Gobierno conoce ahora las tripas de Air Europa, tiene sobre la mesa un plan de viabilidad, contempla una previsión acerca de la recuperación de los viajes y del turismo... y ha aceptado un rescate a medio camino entre lo anunciado en verano y lo acordado finalmente.

Moncloa, que es donde se ha fraguado el visto bueno definitivo al rescate, ha navegado entre dos aguas a la hora de tomar la decisión final. En primer lugar, ha tenido que lidiar con la situación en el filo de Air Europa y la operación en 'pause' con Iberia. El mayor temor del Gobierno es perder la españolidad de la aerolínea nacional de bandera con un Brexit en ciernes y ahora creen que el rescate de Air Europa podría ayudar a afinar, explican fuentes cercanas a la negociación. La SEPI ha incorporado al acuerdo varias condiciones que, de entrada, otorgan algunas garantías adicionales al Estado. Por ejemplo, Hacienda podrá nombrar dos representantes en el consejo de administración de Air Europa y, por tanto, tendrá voz y voto en esa alianza con IAG. También opinará sobre el futuro consejero delegado.

La entrada con galones de la SEPI en Air Europa entrega, por tanto, al Gobierno una vía para intentar garantizar que la bandera de España siga ondeando en los aviones del gigante. Algunos en el Gobierno lo ven, por tanto, como una jugada a tres bandas para, a la vez, solucionar los serios apuros por los que atraviesa Air Europa, pelear por el futuro español de Iberia y, a su vez, continuar adelante con la creación de un gran 'hub' nacional en la T4 del aeropuerto de Barajas. 

La operación de Air Europa, explican desde el Gobierno, era urgente ya que la aerolínea atraviesa por un momento crítico. "Estamos secos, no tenemos un duro y no sabemos cómo vamos a resistir; por nosotros mismos es imposible que salgamos adelante, así que tienen que echarnos una mano forzosamente. En mi grupo de empresas, que está saneado, no podemos continuar si no ingresamos", llegó a asegurar hace unos meses Javier Hidalgo. 

La segunda línea de presión a Moncloa llegaba desde sus socios parlamentarios y en un momento clave: la negociación de los Presupuestos. El rescate de Air Europa, reconocen fuentes gubernamentales, era una operación "con aristas", como ya lo fue la fusión CaixaBank-Bankia. Y es que Unidas Podemos había puesto encima de la mesa la posibilidad de entrar en el accionariado de la compañía. Si el Estado rescata con fondos públicos habría que entrar, defendieron desde la formación liderada por Pablo Iglesias con el objetivo esencial para ellos de garantizar los puestos de trabajo. Pero Hacienda se negó a ello desde el principio para huir de acusaciones de "nacionalización"

Otros socios, extragubernamentales eso sí, como ERC o Más País introdujeron enmiendas en la tramitación parlamentaria para que las empresas rescatadas prioricen criterios sociales o medioambientales. El Ejecutivo ha sorteado también estas 'minas' a la hora de autorizar los dos préstamos de 240 y 235 millones.

El Fondo SEPI también incluye que las empresas rescatadas tienen prohibido distribuir dividendos, abonar cupones no obligatorios o adquirir participaciones propias, salvo las de titularidad estatal por cuenta del Fondo. También tienen topadas las retribuciones de sus consejeros. El tipo de interés fijado para los créditos concedidos es el mismo que el establecido por la Comisión Europea en el Marco Temporal: entre el 2,5% del primer año y el 7% del sexto año. Air Europa tiene seis años para amortizar la ayuda pública.

La operación de rescate a Iberia lleva sobrevolando en el Gobierno desde julio, cuando se constituyó el Fondo SEPI. En las conversaciones han participado el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, que ha interlocutado directamente con Javier Hidalgo, María Jesús Montero y el Departamento de Asuntos Económicos de Moncloa. Desde el principio el Ejecutivo puso una condición a la aerolínea: que la intervención estatal llegara a petición de las compañías en situación crítica. Y así ha sido. Con esa estrategia el Gobierno quería evitar las ayudas directas que concedieron por cuenta propia los gobiernos alemán, francés y holandés con Lufthansa, Air France y KLM. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha estado al tanto de todo y la SEPI ha cerrado la letra pequeña. Pero la batalla no ha terminado y hora falta conocer la decisión de Iberia.

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