Al Maliki se reúne con presidente del Kurdistán iraquí para abordar crisis

  • El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, recibió hoy en Bagdad al presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, para abordar la crisis política y las cuestiones pendientes entre ambas partes.

Bagdad, 29 abr.- El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, recibió hoy en Bagdad al presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, para abordar la crisis política y las cuestiones pendientes entre ambas partes.

Según un comunicado de la oficina de Al Maliki, los dos responsables estudiaron sus puntos de discrepancia respecto a distintos asuntos en un ambiente de "sinceridad, seriedad y voluntad común para encontrar soluciones".

Al Maliki y Barzani coincidieron en que cualquier problema se resuelva de acuerdo con la Constitución y se respete "el sistema federal en el marco de un Irak unido".

El comunicado resaltó la importancia de la seguridad en todas las regiones iraquíes y de fortalecer la coordinación en ese ámbito, en un momento que coincide con una ola de violencia desatada en el país a raíz del ataque de las fuerzas iraquíes que el pasado martes causó 26 muertos en una zona de protestas suníes.

Además, ambos dirigentes acordaron la necesidad de aumentar la comunicación bilateral y establecer leyes que permitan solucionar las problemas pendientes, como los relacionados con la gestión de los recursos naturales.

El presidente kurdo llegó hoy a Bagdad en su primera visita desde que estallara la crisis política hace unos meses.

Barzani también se entrevistó con el presidente del Parlamento iraquí, Osama al Nuyaifi, y el líder de la Alianza Nacional iraquí, el ex primer ministro chií Ibrahim al Yafari.

Entre los asuntos pendientes están las disputas respecto al reparto de poder entre kurdos y árabes, el presupuesto de las milicias kurdas o "Peshmerga", o la ley que regula los sectores del petróleo y el gas.

En la crisis subyace la disputa por la gestión de los 9.000 millones de barriles de crudo que se calcula que posee la provincia de Kirkuk, de población multiétnica y cuyo control se disputan Bagdad y Erbil (capital del Kurdistán).

Dicha crisis política se agudizó tras la aprobación a principios del pasado marzo del presupuesto estatal, que fue rechazado por los kurdos, quienes decidieron boicotear las sesiones del Gobierno de unidad nacional y del Parlamento.

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