Nairobi, 26 may.- Al menos 6 personas han muerto en dos ataques en el distrito oriental keniano de Garissa, en la frontera entre Kenia y Somalia, cuya responsabilidad ha sido atribuida por la policía a la milicia fundamentalista islámica somalí Al Shabab.
"Se ha confirmado que los atacantes eran de Al Shabab", dijo el inspector general de la Policía de Kenia, David Kimaiyo, citado hoy por el diario local The Standard.
Entre los fallecidos por los asaltos perpetrados anoche hay dos agentes de Policía, un trabajador de la Cruz Roja, un profesor y un chico de 15 años, según Kimaiyo, que precisó que también hay 3 heridos de gravedad ingresados en un centro sanitario local.
El jefe de Policía de la Provincia Nororiental, en la que se encuentra Garissa, explicó, por su parte, que los atacantes "asaltaron dos puestos policiales de la zona" y que ha comenzado una operación de búsqueda ya que "hay otros agentes desaparecidos".
Testigos citados por el rotativo local señalaron que los pistoleros saquearon las comisarías asaltadas y se llevaron varios bienes al huir.
Esta versión concuerda con la ofrecida hoy por la milicia integrista a través de su cuenta de Twitter, aunque afirmaron haber matado a 8 "infieles" en "los territorios musulmanes ocupados del Noroeste", mientras que la Policía de Kenia ha recuperado hasta el momento 6 cuerpos.
"Los muyaidines también se incautaron de 12 armas, cajas de munición y equipamiento como ghaneema (botín de guerra) durante la redada", indicó Al Shabab, que también capturó a "dos infieles kenianos como prisioneros de guerra, ahora bajo la firme custodia de los muyaidines".
Desde que el Ejército keniano entró en el sur de Somalia en octubre de 2011 como respuesta a una oleada de secuestros supuestamente cometidos por Al Shabab, Kenia se encuentra bajo la amenaza terrorista de los integristas.
Al Shabab, que en febrero de 2012 anunció su unión formal con la red terrorista Al Qaeda y que cuenta en sus filas con combatientes extranjeros, ha amenazado a Kenia con ataques en su territorio como represalia a la entrada en territorio somalí de los militares kenianos.
Desde 2011, se han registrado varios atentados en Nairobi, en la costa keniana y en la localidad oriental de Garissa (cercana a la frontera con Somalia), que han matado a medio centenar de personas y herido a centenares.
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