Alberto Aza deja la Casa del Rey tras nueve años de cambios y nuevos retos

  • Ramiro Fuente.

Ramiro Fuente.

Madrid, 7 ago.- El fin del mandato de Alberto Aza como jefe de la Casa del Rey completará una etapa de nueve años de trabajo en los que las tareas de la familia real se han adaptado a los retos de los cambios sociales y económicos del país y cuyos últimos tiempos han estado marcados por la creciente actividad de los príncipes.

El regreso de Rafael Spottorno a la Casa -en la que ejerció durante casi diez años el puesto de secretario general- para hacerse cargo de la jefatura a partir del 30 de septiembre supondrá además la salida del actual responsable de la Secretaría General, Ricardo Díez-Hochleitner Rodríguez, "número dos" de Aza desde que inició su mandato, en diciembre de 2002.

El veterano Aza, de 74 años, completará en esa fecha una dilatada trayectoria al servicio del Estado que comenzó en 1965 con el inicio de su carrera diplomática en Libreville (Gabón) y en la que han destacado sus casi cinco años como director del gabinete del presidente del Gobierno Adolfo Suárez, sus etapas como embajador en México y el Reino Unido y su trabajo en el Ministerio de Exteriores.

Su último destino antes de incorporarse a la Casa del Rey -los tres primeros meses como secretario general- fue el de director general de la Oficina de Información Diplomática (OID) con el ministro Josep Piqué, etapa que adquirió especial relevancia con motivo de la presidencia española de la UE de 2002 y en la que Díez-Hochleitner era director general de Política Exterior para Europa.

Díez-Hochleitner, de 58 años, que mantuvo en aquella época un estrecho contacto con la Casa del Rey, sobre todo con ocasión de la preparación de varios viajes de Estado de don Juan Carlos y doña Sofía a países europeos, será sustituido como secretario general cuando Spottorno asuma su nuevo cargo y previsiblemente se reincorporará a la carrera diplomática.

Durante los nueve años de Alberto Aza al frente del organismo responsable de la organización del trabajo y la actividad de la Jefatura del Estado, las tareas de la Corona se han adaptado a las novedades que presentaban las distintas necesidades sociales y económicas de los españoles, mientras la propia familia real experimentaba cambios.

Los más importantes llegaron a raíz del enlace matrimonial del príncipe y doña Letizia, desde el que ambos han intensificado y ampliado su agenda de trabajo, comprometidos con los esfuerzos frente a la crisis y, en el caso del heredero de la Corona, listo para ejercer sus futuras obligaciones, con una familia estable y una garantía de continuidad institucional asegurada.

Al margen de la continua actividad oficial, dentro y fuera de España, desplegada por los distintos miembros de la familia real, los medios informativos han seguido con atención estos últimos años la evolución de la salud del rey, sobre todo a partir de la intervención quirúrgica en un pulmón a que se sometió en mayo del año pasado y de la reciente operación en la rodilla derecha.

El momento elegido para comunicar el relevo en la Casa del Rey coincide con el final de una semana en que la familia real al completo, incluidos los ocho nietos de los reyes, se ha reunido en Mallorca en torno a don Juan Carlos con ocasión de la 30º Copa del Rey de Vela y en la que -salvo una inoportuna tendinitis- se ha podido constatar casi a diario la recuperación del jefe del Estado.

A falta de conocer el nombre de quien ejercerá -previsiblemente también en octubre- la Secretaría General, el regreso de Spottorno afianza el esquema de que los responsables de la Casa del Rey sean profesionales de la diplomacia, como ocurre desde 1993, primero con el equipo formado por Fernando Almansa y el propio Rafael Spottorno y actualmente con el tándem Alberto Aza-Ricardo Díez-Hochleitner.

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