Alcalde de Bogotá achaca violencia en América a la fracasada guerra antidroga

Bogotá, 5 dic.- El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, culpó hoy a la "fracasada guerra contra la droga" de la violencia que azota al continente americano, donde se ubican 45 de las 50 ciudades más violentas del mundo por tasa de homicidios.

Petro inauguró la IV Conferencia Latinoamericana sobre Políticas de Drogas en Bogotá, donde aseguró que "la prohibición de las drogas ha construido unas rutas de comercio ilícito que solo se pueden edificar a partir del exterminio de seres humanos".

Según el alcalde bogotano, "la prohibición eleva los precios de las sustancias psicoactivas y la renta, y la captura de dinero es tan alta que los seres humanos son capaces de masacrar por apropiárselo".

"No saldremos de la violencia en América si no somos capaces de plantear una nueva política de drogas", manifestó al calificar de "fracasada" la estrategia antinarcóticos impuesta por Estados Unidos desde que Richard Nixon anunció en 1971 la guerra contra las drogas, cuyos ejes son la prohibición y el ataque a la producción.

Petro recordó que, según las últimas estadísticas mundiales, 45 de las 50 urbes más violentas están en América: la guatemalteca San Pedro Sula y la mexicana Ciudad Juárez encabezan ese ránking que incluye a cinco colombianas y tres estadounidenses (Detroit, Nueva Orleans y Baltimore).

"La violencia está en América y sólo tiene una isla de paz, Canadá", insistió, al invitar a observar las políticas antidroga que aplica el norteño vecino de EE.UU.

Ante esa situación, se preguntó: "¿Cómo es que las ciudades más violentas no son aquellas donde están las guerras, las palestinas, israelíes, afganas o libias?", para inmediatamente responder: "pareciera que hay algo que no se dice, que no se cuenta, que ha quedado invisible".

La realidad es que "la violencia cotidiana y diaria está aquí, en América", según Petro.

"Si queremos plantearnos una política decente, sana, de disminución de la violencia, de convivencia social, tenemos que plantearnos como eje fundamental un cambio de políticas de drogas en el continente", insistió.

En ese sentido explicó que la Alcaldía de Bogotá ha tomado como referencia una iniciativa que ha permitido a la ciudad canadiense de Vancouver ser pionera en la protección del ciudadano frente a la violencia: la creación de centros para consumo fuera de las zonas donde operan las mafias.

"No se trata de libertad al consumo, sino del consumo regulado en centros que el Estado pone a disposición de los drogodependientes", argumentó, para detallar que ese plan "impide al dependiente de las drogas que termine ligado a la mafia barrial".

Un reto difícil, reconoció, ya que el primer centro que Petro ha puesto en marcha en Bogotá ya ha recibido las amenazas de las mafias del narcotráfico.

El alcalde inauguró la IV Conferencia Latinoamericana sobre Política de Drogas, una iniciativa de expertos que nació en 2009 en Buenos Aires y cuyas siguientes versiones se celebraron en Río de Jainero (2010) y Ciudad de México (2011).