Siete ayuntamientos explican su gestión

Los alcaldes 'sacan pecho': "La política local ha sido la infantería en esta crisis"

Cerraron antes de que lo ordenara el Gobierno y ahora estrujan sus competencias para ofrecer mejoras para las empresas y mayor desahogo a todos los vecinos. 

Marta Farrés
Los alcaldes 'sacan pecho': "La política local ha sido la infantería en esta crisis".
Twitter

Tomaron el pulso a la población antes que nadie. Demostraron la suficiente agilidad como para impulsar medidas cuando el estado de alarma todavía era algo ajeno para los españoles. Sus muñecas se movieron diestras para firmar cierres y restricciones que salvaron vidas. "Muchos estuvimos encerrados en los ayuntamientos más de un mes", recuerda Daniel de la Rosa, alcalde de  Burgos (Castilla y León), "solo volvía a casa para dormir: tenía que proteger a mis vecinos". La 'política en pequeño', esa que está lejos de los focos del Congreso de los Diputados y que pasa casi siempre desapercibida entre el guirigay de disputas autonómicas y estatales, tuvo (y tiene) un papel esencial en la crisis de la Covid-19. No obstante, los siete ayuntamientos de distinto color político con los que ha hablado este diario coinciden en algo: "La rapidez con la que sabemos actuar se ha visto frenada por la falta de respaldo y, sobre todo, por las pocas competencias que tenemos". 

Todas esas carencias, sin embargo, las ha suplido la política municipal con originalidad, creatividad y atrevimiento. 'La Información' ha entrevistado a alcaldes y alcaldesas —así como a tenientes de alcalde y portavoces—, del Partido Popular (PP), el Partido Socialista (PSOE) y Podemos, y de todos ellos se desprende algo que resumió en pocas palabras Marta Farrés, la alcaldesa de Sabadell (Cataluña): "Durante la pandemia, los ayuntamientos hemos demostrado que somos mayores de edad". Y lo han hecho urdiendo planes y presentando propuestas que, en casi todos los casos, pueden enmarcarse en alguno de los cuatro atributos que definen, aunque siempre con excepciones, su gestión: la cercanía con los vecinos, la rapidez a la hora de actuar y tomar decisiones, la originalidad y, por último, la unidad de acción.

Marta Farrés, alcaldesa de Sabadell: "Hemos demostrado que los ayuntamientos somos mayores de edad"

Cercanía con los vecinos y psicología

"La puerta del ayuntamiento es la primera a la que llama un español cuando tiene algún tipo de problema" desliza Olegario Ramón (PSOE), alcalde de la ciudad castellano-leonesa de Ponferrada. "La gente", continúa al otro lado del teléfono, "no está pendiente de quién tiene esta competencia o la otra, pero sabe quién es el que está más cerca y ese es el que tiene que asegurarle soluciones". En la otra punta de la península, en un Ayuntamiento de Cádiz dirigido por José María González Santos, más conocido como Kichi, de Adelante Cádiz (Podemos), coinciden con el alcalde ponferradino. "Nosotros tratamos de resolver todos los problemas que nos trasladan los vecinos, pero muchas veces las competencias no son nuestras" lamenta Ana Fernández Garrón, segunda teniente de alcalde. "De todos modos", apunta, "hacemos todo lo que podemos, que es mucho". 

Las muertes, los despidos, el aislamiento y la mala situación económica son factores que han podido dañar gravemente la salud mental de los españoles. Naturalmente ocupados en frenar la pandemia y reflotar la economía, las administraciones superiores (CCAA y Estado) no han podido, según los siete ayuntamientos, ocuparse con fiabilidad del bienestar psicológico de la población y por eso ha recaído sobre el mando local la responsabilidad de idear estrategias para cubrir el déficit. "Nos hemos ocupado de cuidar la salud emocional de los vecinos" tercia Pilar Zamora (PSOE), alcaldesa de Ciudad Real (Castilla-La Mancha). "Pusimos a su disposición un teléfono desde el que un equipo de psicólogos atendía las necesidades de los vecinos que sentían miedo, estrés, preocupación o angustia". Es una medida muy parecida a la que adoptaron los ayuntamientos del resto de ciudades.

Pilar Zamora, alcaldesa de Ciudad Real: "Pusimos a disposición de los vecinos un teléfono psicológico para paliar el miedo"

"En Zaragoza", explica el alcalde Jorge Azcón (PP), "se habilitó un pabellón para que las personas sin hogar pudieran confinarse". Se actuó de forma muy similar en Ponferrada, donde se acondicionó un albergue de peregrinos para el mismo fin, o en Cádiz, donde se utilizaron para lo propio las instalaciones del club náutico Elcano. "La cuestión es no dejar a nadie atrás" aseveran desde la casa consistorial gaditana. En eso coinciden todos. Daniel De La Rosa (PSOE), alcalde de Burgos, habla de su plan de reparto de mascarillas. En Burgos se facilitó la prenda protectora, de forma gratuita, a toda la población con enfermedades y, más adelante, se amplió a los vecinos mayores de 65 años, "con lo que cubrimos a toda la población vulnerable". Por otra parte, desde Santander, su alcaldesa Gema Igual (PP) recuerda la delicada situación de los niños: "Ellos también se han sentido acogidos en el acompañamiento psicológico por teléfono y distraídos con los instrumentos 'online' que hemos ofrecido en nuestra página web". 

el dato

  • Los trabajadores de centros de mayores en Zaragoza realizaron una media de 1.000 llamadas telefónicas diarias para mantener contacto con los vecinos de edad avanzada. 

Rapidez: no hizo falta esperar al estado de alarma

"La política local ha sido la infantería en esta crisis". Desde Ponferrada, Olegario Ramón habla claro: "Tuvimos que ser rápidos y drásticos". En su ciudad se suspendió el transporte público dos días antes de que se decretara el estado de alarma. "Dos días parecen poco", desliza, "pero hemos visto que en una pandemia son mucho". En Zaragoza, más de lo mismo. Tres días antes del decreto ya se habían cerrado los centros de mayores, pero es que el día 9, a seis días de que entrara en vigor el estado de alarma, ya se había constituido un comité de expertos para la lucha contra la COVID-19. Medidas y tiempos muy parecidos se repiten en la gran mayoría los ayuntamientos de España. También en el campo de la hostelería fue vital que los consistorios se diesen prisa en ampliar el espacio de las terrazas, así como de eximir (o bien retrasar) el pago de algunos impuestos a los propietarios.

Olegario Ramón, alcalde de Ponferrada: "En una pandemia, actuar dos días antes marca una gran diferencia"

Marta Farrés (PSC), la alcaldesa de Sabadell, sabe muy bien lo que es tener que tomar una decisión de vida o muerte. La agilidad en su actuación pudo ser determinante. "Hubo un día en que estuvimos a unas horas de colapsar el hospital, que centraliza pacientes de toda la comarca", recuerda. "Nos vimos a un pelo de no haber podido atender a alguien que llegara con un infarto". Hacía días que la alcaldesa solicitaba a la Generalitat personal y material para montar un hospital de campaña, pero la máxima institución catalana —como todas— estaba superada en esos momentos. Por eso decidió, a pesar de la mala prensa que sabía que tendría en Cataluña, pedir ayuda al Ejército. Las Fuerzas Armadas "llegaron a la ciudad y montaron el hospital", explica Farrés. Finalmente, las instalaciones no fueron necesarias toda vez que la afluencia de pacientes disminuyó y el hospital Parc Taulí y los hoteles medicalizados fueron suficientes para atenderlos, pero ella se declara "muy satisfecha" con la decisión: "Necesitábamos ayuda, había que conseguirla". 

el dato

  • El jueves 12 de marzo, dos días antes del estado de alarma, el alcalde de Burgos había parado la ciudad por completo.

Originalidad a falta de competencias

Los españoles fueron creativos durante el confinamiento y lo siguen siendo  en la reactivación. Prueba de ello son también sus representantes en los ayuntamientos, que suplen las pocas competencias que tienen "con creatividad y originalidad", tal y como afirma Ana Fernández Garrón. En Cádiz, sin ir más lejos, lanzaron una campaña para conectar a donantes de mascarillas con personas que las necesitan al tiempo que crearon grupos de Protección Civil para garantizar seguridad sanitaria en las calles, entre otras decenas de medidas. Además de los millones de euros que dedican todos los ayuntamientos a la lucha contra la pandemia y a la recuperación económica, la originalidad obligada a la hora de 'inventar' estrategias para sobreponerse a la falta de competencias (denunciada por todos y cada uno de ellos) es el pan de cada día para concejales y equipos de asesores. 

En Sabadell, esa originalidad salta a la vista cuando uno pasea por sus calles. El equipo de gobierno ha colocado en cinco puntos estratégicos de la ciudad unos pivotes en los que se lee "punto Covid". De color verde y amarillo, como la bandera de la ciudad, son dispensadores automáticos de hidrogel en los que cualquiera puede introducir las manos y desinfectarse sin tener que pulsar ningún botón. "Queremos concienciar a los sabadellenses de la importancia de lavarse las manos" concreta la alcaldesa, "y esa es solo la punta del iceberg". Es una medida más de un paquete que incluye otras como la creación de grupos de agentes cívicos que explican a los adolescentes y jóvenes cómo tienen que modificar sus hábitos de ocio para proteger del virus a sus vecinos y a ellos mismos", concluye. 

el dato

  • Los dispensadores de hidrogel distribuidos en Sabadell contienen, cada uno de ellos, diez litros de líquido. En otras palabras, 10.000 dosis de gel hidroalcohólico que se surten de forma automática accionados mediante placas solares.

Unidad de acción

"Las medidas que debemos tomar son más concretas y el ámbito donde se aplican mucho más reducido". La alcaldesa de Ciudad Real explica así que en los ayuntamientos haya sido más fácil llegar a acuerdos que en las CCAA o el Congreso de los Diputados. La buena disposición por parte de la oposición a la hora de permitir el impulso de medidas es algo en lo que coinciden, en mayor o menor medida, todos los alcaldes entrevistados. Por ejemplo, De La Rosa agradece a los grupos consistoriales del Ayuntamiento de Burgos el apoyo a su medida económica estrella: los 6,5 millones (4 para empresas y autónomos y 2,5 para fines sociales) destinados a la reactivación económica gozaron del apoyo de todas las fuerzas. La economía es, sin duda, la gran beneficiada de la buena sintonía entre gobierno y oposición. "No es que nos pongamos de acuerdo en todo, ni mucho menos", matiza el alcalde, "pero en situaciones como esta no puede esperarse otra cosa de nosotros".

Daniel De La Rosa, alcalde de Burgos: "En una situación crítica, el Gobierno y la oposición están obligados a entenderse"

Tal unidad de acción, sin embargo, no es eterna. Todos los alcaldes coinciden en que se mantuvo durante los tiempos más difíciles de la pandemia, pero en algunos municipios como Cádiz, Ciudad Real o Sabadell reconocen que el clima se ha vuelto a endurecer una vez ha aterrizado la relativa normalidad institucional. No obstante, aún hoy por hoy se siguen firmando importantes paquetes de medidas con los que plantar cara a la situación originada por la Covid-19. Hace poco más de un mes, Santander aprobó casi por unanimidad (con la única excepción del concejal de Vox) un desembolso de 25,2 millones de euros

el dato

  • Santander aprueba un paquete de 167 medidas valoradas en 25,2 millones de euros para plantar cara a la situación derivada de la pandemia.

"Pero estamos solos". Así se despacha la alcaldesa de Santander, Gema Igual. "Todo lo que hemos hecho ha sido sin la ayuda de nadie". Coincide con ella Jorge Azcón (Zaragoza), que asegura que, a fecha de 2 de agosto, su Ayuntamiento ha recibido un total de 0 euros por parte de la comunidad. Discrepa con ellos, en cambio, Daniel De La Rosa (Burgos), que agradece a la junta de Castilla y León su compromiso aunque, como su compañero de Ponferrada Olegario Ramón, reconoce que "está costando que lleguen las ayudas". Lo que tampoco ha acabado de funcionar, a juzgar por los testimonios recogidos, es la cooperación intermunicipal. Desde Cádiz insisten en que "es necesario crear una red —sin discriminar por tendencia política— que sirva para compartir las medidas que funcionan".

Aunque esos marcos de colaboración entre alcaldes nunca van a sustituir a una llamada telefónica espontánea y personal entre dos viejos conocidos de la política. Es lo que pasó en los primeros compases de la pandemia entre el alcalde de Burgos y el de Soria: "Me llamó Carlos Martínez", recuerda De La Rosa. "Es el alcalde de Soria, una ciudad que sufre un gran envejecimiento poblacional. Estaba muy preocupado por el avance de la pandemia", afirma. "Al fin y al cabo hay que apoyar a los demás y ayudar en lo que uno pueda". Esas llamadas internas, particulares y salvadoras existen, pero todos coinciden en que una mayor cooperación entre municipios sería beneficiosa. Al fin y al cabo son "la infantería" y, como tal, la lucha de todos ellos es muy parecida: quieren más respaldo y más competencias: "Hemos demostrado que damos la talla", sentencian.  

Mostrar comentarios