Alcaldía de Bogotá tiene nuevo inquilino mientras se elige a sucesor de Petro

Bogotá, 20 mar.- La Alcaldía de Bogotá recibió hoy como nuevo inquilino al ministro de Trabajo de Colombia, Rafael Pardo, quien asumió como encargado en reemplazo del destituido Gustavo Petro con la promesa de continuar su plan de gobierno y poner énfasis en la movilidad y la seguridad ciudadana.

La llegada de Pardo al Palacio Liévano, ubicado en un costado de la Plaza de Bolívar, fue el colofón, al menos por ahora, de la crisis desatada en la Alcaldía por la destitución e inhabilitación por quince años de Petro, ordenada el 9 de diciembre pasado por la Procuraduría (Ministerio Público) y ejecutada ayer por el presidente Juan Manuel Santos.

"Queremos trabajar en tranquilidad y con armonía y que la única preocupación de toda la administración de Bogotá sean sus habitantes y la ejecución de los programas. He visto que a la ciudadanía le preocupan temas como la seguridad y la movilidad e iniciaremos con ellos", dijo Pardo al asumir el cargo en un juzgado.

Sin embargo, antes de que asumiera Pardo, los trece secretarios del gabinete de Petro anunciaron su renuncia, que harán efectiva el 1 de abril, disconformes con la destitución de su jefe, acusado por la Procuraduría de cometer fallas graves en diciembre de 2012 cuando cambió el modelo de recolección de basuras de manos privadas a públicas, lo que durante tres días causó una crisis en la ciudad.

En las afueras de la Alcaldía, un puñado de simpatizantes de Petro manifestó hoy su rechazo a la destitución exhibiendo carteles con la frase "No pasarán" y ejemplares de la Constitución colombiana en los que estaba escrito "No sirve", porque consideran que Santos no debió acatar un fallo administrativo contra un funcionario elegido por el voto popular.

Los manifestantes criticaron además el hecho de que al destituir a Petro, Santos haya rechazado de paso la solicitud de medidas cautelares hecha por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en favor del líder de izquierdas.

Pardo, un político liberal con amplia experiencia como ministro de Trabajo, de Defensa y consejero de paz, entre otros cargos, fue escogido por Santos para liderar la transición en la Alcaldía que puede tener cuatro ocupantes este año.

El alcalde encargado estará unos días en el Palacio Liévano hasta que el partido de izquierdas Progresistas, al que pertenece Petro, presente a Santos una terna para que escoja a quien continuará con el mandato del destituido.

Sin embargo, como a Petro le faltaban más de 18 meses para concluir su mandato (2012-2015), la autoridad electoral debe convocar elecciones extraordinarias en un plazo de unos 70 días, probablemente en junio, para que la ciudadanía escoja al nuevo alcalde.

Si Progresistas se abstiene de presentar la terna, como defienden algunos sectores de esa fuerza que consideran que eso sería avalar la destitución de Petro, Santos puede prolongar el encargo a Pardo hasta que se celebre una nueva elección.

"En caso de que el movimiento o partido determine que no se envían nombres para la terna, no puede haber vacancia de poder, y el presidente puede mantener a la persona encargada hasta que se realice la elección atípica para elegir nuevo alcalde de la ciudad", dijo hoy el ministro del Interior, Aurelio Iragorri Valencia.

Bogotá es una ciudad de casi ocho millones de habitantes, centro del poder político, económico y financiero de Colombia y el cargo de alcalde es el segundo en importancia del país después del presidente de la República.

Mientras Pardo trataba de organizar hoy lo que puede ser su breve paso por la Alcaldía, Petro, en su primer día fuera del cargo, lanzaba fuertes críticas a Santos, a quien acusó de haberle violado sus derechos fundamentales.

"El presidente Juan Manuel Santos ha violado directamente mis derechos humanos fundamentales, los de mi familia y los de 732.000 bogotanos" que lo eligieron en octubre de 2011, escribió Petro en su cuenta de Twitter.