Alcanzado un principio de acuerdo para formar el nuevo Gobierno israelí

  • El partido Likud del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha alcanzado un principio de acuerdo con el centrista Yesh Atid para la formación del nuevo Gobierno, tras varias semanas de negociaciones, informaron hoy los medios locales.

Jerusalén, 13 mar.- El partido Likud del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha alcanzado un principio de acuerdo con el centrista Yesh Atid para la formación del nuevo Gobierno, tras varias semanas de negociaciones, informaron hoy los medios locales.

Según el acuerdo, que todavía debe cerrarse, Yesh Atid obtendría los ministerios de Finanzas y Educación, pero renunciaría al de Interior, una demanda que había bloqueado las negociaciones en las últimas jornadas, informó la edición digital del diario "Yediot Aharonot".

El líder de Yesh Atid, el ex periodista Yair Lapid, que fue la sorpresa de las elecciones del pasado enero al situarse con su partido como segunda fuerza política con 19 diputados, ocuparía el cargo de ministro de Finanzas en el nuevo Gobierno.

Fuentes del partido ultranacionalista religioso Habait Hayehudi, que alcanzó un pacto con Yesh Atid por el cual ambas formaciones entrarían en el nuevo gobierno o no lo haría ninguna, indicaron que su líder, Naftali Benet, convenció a Lapid de renunciar a la demanda de obtener también la cartera de Interior, que iría a parar al Likud.

Las negociaciones prosiguen en cualquier caso, según los medios israelíes, y está prevista una reunión a las 21.00 horas locales (20.00 GMT) entre Netanyahu, Lapid y Benet para intentar llegar a un acuerdo definitivo.

El primer ministro había amenazado hoy horas antes con excluir a Yesh Atid del próximo Ejecutivo e incluir en su lugar a los ultraortodoxos, cuando faltan tres días para que expire el plazo que le concedió el presidente, Simon Peres, para formar gobierno.

"Si no hay un avance significativo con Lapid en las próximas horas y no se echa atrás en sus demandas exageradas, el primer ministro empezará conversaciones con los partidos haredim (ultraortodoxos)", señaló el Likud en un comunicado.

Sin embargo, a Netanyahu no le bastaba con los votos de los partidos ultrarreligiosos para conseguir una mayoría que le permitiese ser investido de nuevo como primer ministro.

Con los 31 escaños que obtuvo en las pasadas elecciones, el primer ministro se veía obligado a pactar con Yesh Atid, una nueva formación que atrajo buena parte del voto procedente del descontento social con la situación económica y que defiende la inclusión de los ultraortodoxos en el mundo laboral y en el Ejército.

Sin Lapid y Benet, Netanyahu no lograría el apoyo de los al menos 61 diputados que necesita, a no ser que consiguiese el respaldo del partido laborista, que ha reiterado su negativa a formar parte de su gobierno por su desacuerdo con sus políticas económicas.

Junto con los ultraortodoxos (18 escaños), Hatnuá (6) y Kadima (2), el Likud-Beitenu (31) sumaría solo 57 diputados, cuando la mayoría absoluta de la Kneset (Parlamento) son 61 escaños.

De no conseguirse un acuerdo antes del próximo sábado, Peres debería encargar a otro líder político la formación de gobierno.

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