Esther Alcocer Koplowitz, hija de Esther Koplowitz y Alberto Alcocer, no ha corrido mejor suerte y sigue la tónica de su hermana: un pariente cubano acaba siendo el receptor de uno de sus títulos nobiliarios. La presidenta de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) no termina de conseguir su sueño de ser aristócrata. En 2011 solicitó el marquesado de Arcos, que quedó vacantes al morir sin descendencia una antepasada de origen cubano llamada Mercedes de la Torre y Alcoz.
Después de un estudio exhaustivo de la Diputación de la Grandeza le fue arrebatado el abolengo y en 2013 el marquesado de Arcos recayó en un joven arquitecto de treinta años llamado Francisco Monteverde, que se lo arrebató al demostrar mejor derecho. Pero el BOE incluso ha ido más allá. El pasado 4 de marzo, el Ministerio de Justicia canceló su carta de sucesión como marqués de Arcos, ordenando que se expida a favor de Eduardo Martínez du Bouchet, un ciudadano de origen cubano que será en adelante nuevo marqués de Arcos. Eso sí, "sin perjuicio de un tercero de mejor derecho". Que todavía puede haber sorpresas.
El primer marqués de Arcos, afincado en Cuba, era hijo de Gabriel Peñalver y Calvo de la Puerta, alcalde de La Habana y primer marqués de Peñalver. El marquesado de Casa Peñalver lo ostenta actualmente Esther Koplowitz y el condado de Peñalver su hija Carmen, madre y hermana respectivamente de Esther Alcocer.
¿Cuál es la vinculación de la familia Koplowitz con Cuba? El origen está en el abuelo de Esther y Alicia Alcocer: Ernesto Koplowitz Sternberg, hijo del farmacéutico Wilhem Koplovitz y de Clara Sternberg, todos alemanes de Silesia. En 1946, y después de un breve noviazgo, se casó con Esther Romero de Juseu y Armenteros, hija de una aristócrata cubana y en posesión de una serie de títulos nobiliarios que con el tiempo dejó a sus hijas. Y el resto de la historia se está escribiendo ahora.
La nonagenaria cubana
No es la primera vez que un ciudadano cubano se queda con un título que había sido de las hermanos. En febrero de 2017, Alicia Alcocer Koplowitz perdía el título del marquesado de Campo Florido a manos de María Elena de Cárdenas y González, una bisabuela cubana de 97 años con residencia en Miami. Unos meses después perdía el de marquesa de Bellavista que hasta ahora era de la famosa financiera, de manos -de nuevo- de la nonageneria cubana, que no dudó en dar una emotiva entrevista a 'El nuevo Herald', de Miami.
Su hijo hizo unas reveladores declaraciones en mencionado medio: "Para mi madre estas sentencias son de gran emoción, pues su padre tenía el mejor derecho al título cuando los tíos de Esther Koplowitz rehabilitaron varios títulos nobiliarios de la familia en los años 1960. Pero en eso vino el exilio… así que ahora estos marquesados regresan de España a América".
En la actualidad otras mujeres de origen cubano forman parte de la nobleza de Europa. La más famosa es María Teresa Mestre Batista, quien ahora es María Teresa de Luxemburgo, la gran duquesa consorte de Luxemburgo. Al tomar el poder la revolución cubana en 1959, su familia integrante de la alta burguesía de la Isla, emigró y se instaló en Nueva York, allí María Mestre Batista, en 1980, se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Ginebra, donde conoció a Enrique de Luxemburgo, con quien se casó en 1981.
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