Alemania crea un banco de datos sobre neonazis tras flagrante fallo policial

  • Alemania se dotará de un banco de datos sobre los neonazis, nacionales o extranjeros, que actúan en su territorio para paliar las lagunas que se evidenciaron tras el desmantelamiento de una banda ultraderechista que durante una década asesinó a inmigrantes en todo el país de manera impune.

Gemma Casadevall

Berlín, 18 ene.- Alemania se dotará de un banco de datos sobre los neonazis, nacionales o extranjeros, que actúan en su territorio para paliar las lagunas que se evidenciaron tras el desmantelamiento de una banda ultraderechista que durante una década asesinó a inmigrantes en todo el país de manera impune.

"Se trata de combatir a la ultraderecha con los mismos instrumentos que los utilizados contra el terrorismo islámico", dijo el titular alemán de Interior, Hans-Peter Friedrich, tras el Consejo de Ministros que aprobó la creación de ese archivo.

El objetivo es posibilitar el "cruce efectivo de datos" para seguir los movimientos de neonazis catalogados como violentos (unos 9.500), entre el colectivo de 25.000 militantes de la ultraderecha.

Friedrich explicó el nuevo concepto de banco de datos sobre los neonazis acompañado del presidente de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), Jörg Ziercke, y del de Defensa de la Constitución (servicios secretos de Interior), Heinz Fromm.

Ziercke recalcó que el principal desafío al que se enfrenta su departamento, en materia de lucha contra la ultraderecha, es la creciente presencia de los denominados "autónomos nacionalistas", neonazis violentos no adscritos a un partido legalizado.

Las dos mayores formaciones ultraderechistas del país -el Partido Nacional Democrático (NPD) y la Unión del Pueblo Alemán (DVU)- aglutinan 10.000 militantes.

Ninguna de ellas tiene escaños en el Parlamento federal (Bundestag) y su supervivencia está en suspenso, tras haber perdido un tercio de sus militantes en apenas cinco años.

En cambio, se observa una creciente actividad entre los "autónomos", lo que unido a la diversificación geográfica de los 200 grupúsculos repartidos en todo el país obliga a mejorar la coordinación de las dispositivos de seguridad, indicó Fromm.

Ziercke, como Fromm, destacó la relevancia del nuevo banco de datos para optimizar la coordinación de 65 estamentos distintos, entre cuerpos policiales locales, de los "Länder" o federales, más los asimismo diversificados servicios secretos.

"Se trata de lograr un eficaz flujo de información no basado en la percepción subjetiva de cada responsable local, como hasta ahora, sino en la obligatoriedad de transferir esos datos al estamento superior", señaló Fromm.

El banco incluirá, añadió Fromm, tanto a neonazis alemanes como a "checos, franceses o de cualquier otro país" vinculados a la ultraderecha germana.

La creación del banco de datos sigue a la alarma desatada, el pasado noviembre, por las acciones de una célula neonazi que entre 2000 y 2007 asesinó a nueve inmigrantes y una agente policial.

La existencia de la banda se reveló de forma tardía y fortuita, tras el suicidio de dos neonazis -Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, de 38 y 34 años- seguido de la explosión de la casa que compartían con una mujer -Beate Zschäpe, de 36 años- en Zwickau (este de Alemania).

La célula, identificada como Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), alternaba desde los años 90 los atracos de bancos con los asesinatos de pequeños comerciantes (ocho turcos y un griego).

El trío de neonazis, más varios cómplices posteriormente detenidos, eran conocidos de la policía, lo que no les impidió burlar los dispositivos de seguridad.

Un macabro vídeo hallado tras la detención de la mujer recreaba sus acciones, con un montaje con el personaje de la "Pantera Rosa" recorriendo el país y reconstruyendo la pista de sus asesinatos.

El propio Friedrich admitió en su momento que Alemania debía hacer frente a un "terrorismo ultraderechista" -término hasta entonces nunca empleado en el país- mientras la canciller Angela Merkel hablaba de "vergüenza".

Siguió un cúmulo de informaciones acerca de deslices policiales, sospechas de negligencia o hasta connivencia de las autoridades locales con el grupo, lo que desenterró el viejo dicho de la izquierda alemana de que la policía es "ciega del ojo derecho".

El nuevo banco forma parte del decálogo de medidas adoptadas a raíz de ese caso y tras un forcejeo entre Friedrich y su colega de Justicia, la liberal Sabine Leutheusser-Schnarrenberg, defensora de la lectura estricta de las leyes de protección de datos personales.

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