Alemania y Bruselas advierten de que la disciplina fiscal ya es flexible

  • Varios países, encabezados por Alemania, y la Comisión Europea (CE) echaron hoy un jarro de agua fría sobre el debate en torno a si es necesario relajar la disciplina presupuestaria, dando a los países un mayor margen para aplicar medidas a favor del crecimiento, tal y como defiende Italia.

Bruselas, 8 jul.- Varios países, encabezados por Alemania, y la Comisión Europea (CE) echaron hoy un jarro de agua fría sobre el debate en torno a si es necesario relajar la disciplina presupuestaria, dando a los países un mayor margen para aplicar medidas a favor del crecimiento, tal y como defiende Italia.

"No puede haber gastos buenos y malos, los gastos son gastos", afirmó tajante el vicepresidente de la CE y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Siim Kallas, en la rueda de prensa posterior a la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE), el Ecofin.

Kallas se refería a la posibilidad de excluir ciertas inversiones dirigidas a impulsar el crecimiento de la contabilidad del déficit público, tal y como propone el primer ministro italiano, Matteo Renzi.

Tras realizar importantes ajustes para reducir su déficit público por debajo del límite del 3 % del PIB que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo durante los años más duros de la crisis, Italia reclama a sus socios más margen para tomar medidas a favor del crecimiento y el empleo.

Italia aspira a poner el crecimiento y la falta de inversión en el centro de la agenda política durante los seis meses en los que ostenta la presidencia rotatoria de la Unión Europea, aunque insiste en aclarar que para ello no desea modificar las normas, si no una interpretación más laxa de las reglas.

"Estas son las reglas y no vamos a empezar a discutir qué gastos son buenos o no", reiteró Kallas, porque ello supondría "abrir una caja de Pandora",

"Los gastos no pueden ser excluidos del cálculo del déficit, esto es fundamental", insistió.

Sentado a su lado, el ministro italiano de Economía, Pier Carlo Padoan, defendió la importancia de llevar a cabo reformas, pero también de tener en cuenta el margen temporal que se da a los países para cumplirlas.

"La efectiva implementación necesita un poco de tiempo, esto es un ejemplo de cómo el perfil temporal puede influir en el juicio de un país" a la hora de evaluar su cumplimiento de los límites europeos, explicó Padoan.

"Las reformas no son hechas siempre con el tiempo adecuado y el nivel de ambición adecuado", afirmó Padoan, quien apuntó tanto a los costes que afrontan los gobiernos que emprenden las reformas, como a la necesidad de fomentar el crecimiento, ya que "hay el peligro de considerar que hemos dejado la recesión atrás".

Las peticiones de Italia, respaldadas de manera más tibia por Francia, cuentan con la oposición de varios países que consideran que ya existe suficiente flexibilidad tal y como se están interpretando actualmente las reglas, entre ellos Alemania.

"Por razones que realmente no entiendo, el rumor público es completamente contrario al contenido de nuestras discusiones en este cuarto", afirmó el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, durante el Ecofin, dando por zanjado el debate en torno a si es necesaria más o menos flexibilidad.

"Es un debate falso, todos hemos coincidido en el debate, y quien no está de acuerdo, no lo ha dicho hoy", insistió Schäuble en la rueda de prensa posterior al encuentro.

El ministro alemán dejó claro, eso sí, que en ningún caso "las reformas son una excusa o una alternativa a la consolidación fiscal".

Austria, Holanda y España también se han pronunciado hoy a favor de mantener las reglas y su interpretación tal y como están ahora.

"No ha habido ningún tipo de contraposición entre política fiscal y reformas. Nadie ha planteado si puede haber una mayor flexibilidad", afirmó el ministro de Economía de España, Luis de Guindos, tras el Ecofin.

"Las reglas que tenemos ahora son reglas que se han aplicado ya con flexibilidad", aseguró De Guindos, quien apuntó al caso de España, que ha recibido tiempo adicional para proseguir la reducción de su déficit público. EFECOM

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