Un sondeo a boca de urna, publicado tras el cierre de los colegios electorales a las 16H00 GMT, arrojaba un panorama político muy fragmentado, con unos ocho partidos en el parlamento.
Según el sondeo efectuado por cuatro institutos, el partido izquierdista Syriza, liderado por Tsipras, tenía entre el 33% y el 35% de los votos, y Nueva Democracia, el gran partido de derecha encabezado por Evangelos Meimarakis, entre el 28% y el 30%.
Ninguno de los dos obtendría la mayoría absoluta en el parlamento.
En declaraciones al canal MEGA, el politólogo Ilias Nikolakopoulos dijo que "parece haber una diferencia clara y sensible a favor de Syriza, de más del 3%". El analista dijo también que la abstención fue "algo superior al 40%", por encima de las legislativas de enero, cuando se situó en el 36,38%.
En el centro electoral de Syriza en la plaza Klafthmonos, en el centro de Atenas, los simpatizantes recibieron los primeros sondeos con aplausos y gritos de alegría. Los militantes entonaron el canto revolucionario italiano "Bandiera rossa".
A la espera de los primeros resultados oficiales, sobre las 18H00 GMT, la gran pregunta a partir de ahora es con quién podrá coaligarse el partido más votado.
Los candidatos más plausibles son el Pasok socialista, al que los sondeos dan entre 6% y 7% de los votos, los centristas de To Potami (4%-4,5%) y la derecha soberanista Griegos Independientes (3%-4%).
Estos últimos fueron los socios de gobierno de Syriza en los siete meses que estuvo en el poder, entre enero y agosto, y están dispuestos a seguir trabajando con ellos.
La política económica del futuro gobierno, en cualquier caso, está en buena medida determinada.
Tanto Tsipras como Meimarakis han prometido aplicar los ajustes fiscales y las reformas que van aparejados al tercer plan de rescate financiero internacional de Grecia, de unos 86.000 millones de euros a lo largo de tres años.
Según el sondeo, los neonazis de Amanecer Dorado se mantienen como tercera fuerza del país, con entre el 7 y el 8% de los votos y el Partido Comunista (KKE) tendría entre el 5,3% y el 6,5%.
Al votar por la mañana en Atenas, Tsipras dijo que esperaba ganar para formar "un gobierno combativo", que "siga batallando para defender los derechos de nuestro pueblo con la misma determinación y el mismo sentido del sacrificio".
Meimarakis pidió por su lado un voto que permita "restaurar la confianza" en el país, después del "experimento" de Syriza que no dejó de fustigar durante toda la campaña electoral.
Tsipras llegó al poder en las legislativas del 25 de enero, con la promesa de poner fin a las políticas de austeridad aplicadas desde 2010 a cambio de dos planes de rescate internacional, y que contribuyeron a una profunda crisis económica.
Tras la victoria del "no" en el referéndum del 5 de julio a las condiciones de los acreedores (UE y FMI) para un tercer rescate, Tsipras terminó por aceptar dicho rescate el 13 de julio, lo que lo obligará a aplicar nuevos ajustes fiscales, reformas y privatizaciones.
Al someter este verano ese acuerdo al parlamento, Tsipras se quedó sin mayoría en la cámara, por la rebelión de numerosos diputados de Syriza opuestos al rescate y sus condiciones.
Para recuperar impulso, Tsipras decidió dimitir el 20 de agosto y forzar las elecciones anticipadas de este domingo.
La escisión surgida de esta rebelión interna, Unidad Popular, favorable a una salida del euro, esperaba los resultados para saber si entrará en el parlamento, donde el umbral mínimo es del 3%. Los primeros sondeos a boca de urna le daban entre 2,5% y 3,5% de los votos.
bur-avl/pc
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios