Alto voltaje

  • A unos meses de las elecciones y con el melón de las candidaturas aún sin abrir, el voltaje en el PP madrileño se ha disparado estos últimos días y no contra el rival político, sino en sus propias filas, en un tenso enfrentamiento entre la Delegación del Gobierno y el Ejecutivo regional.

Por Arantxa Bernarte

Madrid, 19 sep.- A unos meses de las elecciones y con el melón de las candidaturas aún sin abrir, el voltaje en el PP madrileño se ha disparado estos últimos días y no contra el rival político, sino en sus propias filas, en un tenso enfrentamiento entre la Delegación del Gobierno y el Ejecutivo regional.

El verano no parece haber ayudado a relajar la relación entre la Comunidad de Madrid y la Delegación del Gobierno, que desde hace meses intercambian sin rubor críticas revestidas de contenido institucional.

Cristina Cifuentes y Salvador Victoria, como portavoz del Ejecutivo regional, son las caras visibles de un enfrentamiento que estos días se ha intensificado a cuenta del pederasta de Ciudad Lineal o de un supuesto caso de violencia policial en un centro de extranjeros, pero que ya era evidente desde hace muchos meses.

Cualquier excusa, hasta la final de la Champions entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, ha servido a los dos para cruzar reproches sin miedo a que desde fuera se perciba la tensión y a que, incluso, se interprete en clave electoral.

Las manifestaciones en la Puerta del Sol abrieron la veda, cuando el Ejecutivo regional -cuya sede está en el kilómetro cero de la capital- pidió a la Delegación del Gobierno que tomara medidas para evitar el elevado número de protestas que arrancan, terminan o que se desarrollan en su integridad en este punto de la ciudad.

La respuesta de Cifuentes de que las protestas no se autorizan -puesto que el convocante sólo debe comunicarla y no pedir permiso- no satisfizo a la Comunidad, que recordó que en algunas ocasiones se habían modificado los itinerarios propuestos por los convocantes.

El enfrentamiento por las protestas de Sol duró meses, y entre medias se coló la final de la Champions entre los dos equipos madrileños, que el Gobierno regional quería retransmitir en una pantalla gigante en la Puerta del Sol para que pudieran verla todos los aficionados.

Cifuentes rechazó la propuesta preguntando si "a alguien se le ocurriría concentrar en la Plaza de Mayo de Buenos Aires a las aficiones del River y del Boca, o en cualquier plaza londinense a los seguidores del Arsenal y del Chelsea para ver un partido".

Para enredar más la cuestión, la final coincidía con la jornada de reflexión de las elecciones europeas, y Cifuentes emplazó al Ejecutivo de Ignacio González a plantear la petición a la Junta Electoral.

Victoria, ante su respuesta, replicó con sorna que siempre había creído que las competencias de seguridad las tenía la Delegación del Gobierno y el Ministerio del Interior, y no la Junta Electoral.

Tras el verano el cruce de críticas entre ambos ha vuelto y esta semana ha subido de tono. La espita: un posible caso de violencia policial en el Centro de Internamiento para Extranjeros del barrio de Aluche, caso que se remonta a 2011.

Salvador Victoria ha reprochado a Cifuentes que diga que ella no era delegada por aquel entonces, o que no deje claro si las competencias son de la Delegación o del Ministerio del Interior, críticas que la delegada ha respondido con otra 'bofetada dialéctica': las palabras de Victoria se deben a una posible "confusión" y le ha pedido que cuando exija responsabilidades a alguien, "sepa a quién se tienen que pedir".

'Bofetada' a su vez respondida al instante por Victoria: "Hay políticos que parece que nunca tienen ningún tipo de competencia y que nada les afecta".

Otro motivo de confrontación esta semana ha sido la seguridad ciudadana a cuenta del pederasta de Ciudad Lineal o del edificio okupado por neonazis en el barrio de Tetuán, casos para los que Victoria pidió a Cifuentes medidas "eficaces".

"No podemos pedir a los padres que no suelten de la mano a los hijos, o decirles que la solución es que no pierdan ojo de los niños", dijo ayer, a lo que Cifuentes ha replicado hoy que la Policía está llegando "hasta el límite" para detener al pederasta y ha criticado que se "cuestione" su eficacia.

"La única medida eficaz es que ese pederasta esté ante la Justicia lo antes posible", ha zanjado también hoy mismo Victoria, en su último cruce de quejas.

Con todo, y pese a la evidente tensión, tanto Cifuentes como Victoria niegan un enfrentamiento entre las instituciones a las que representan.

Sin embargo, dirigentes del PP madrileño admiten el enfrentamiento y la mayoría lo vincula a la proximidad de las elecciones, para las que el nombre de Cifuentes suena en todas las apuestas como candidata -para la Comunidad de Madrid y, sobre todo, para la Alcaldía de la ciudad-, candidatura que los miembros del partido más próximos a Ignacio González no verían con buenos ojos.

A falta de rifirrafes con la oposición, el PP mantiene la chispa encendida en sus propias filas.

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