Álvarez Cascos afirma que hay "una marea creciente" que cree oportuno su regreso

  • Madrid.- El vicepresidente del primer Gobierno de José María Aznar, Francisco Álvarez Cascos, ha reconocido hoy que, como militante, no ha perdido "ni un ápice" del entusiasmo por la política y ha admitido que hay "una marea creciente de personas" que cree oportuno que regrese como candidato en Asturias.

Álvarez Cascos afirma que hay "una marea creciente" que cree oportuno su regreso
Álvarez Cascos afirma que hay "una marea creciente" que cree oportuno su regreso

Madrid.- El vicepresidente del primer Gobierno de José María Aznar, Francisco Álvarez Cascos, ha reconocido hoy que, como militante, no ha perdido "ni un ápice" del entusiasmo por la política y ha admitido que hay "una marea creciente de personas" que cree oportuno que regrese como candidato en Asturias.

Entrevistado en la cadena Cope, Álvarez Cascos no ha querido hacer más comentarios porque, ha precisado, él sólo escucha y oye lo que están diciendo "todos" y no ha aportado nada, ni ha tomado ninguna iniciativa, salvo expresar públicamente su "preocupación por el deterioro de la convivencia que se está viviendo en Asturias y en España" en estos últimos años.

"Es evidente que hay una marea creciente de personas que consideran que sería oportuno mi regreso", ha manifestado.

Preguntado por la situación que atraviesa su ex compañero de Gabinete Jaume Matas, Álvarez Cascos ha pedido esperar a la sentencia definitiva, pero ha dudado de la imparcialidad de los fiscales y del juez instructor del caso, que "niega la presunción de inocencia" del acusado.

"Hoy en la prensa, en lugar de leer pruebas he leído chascarrillos y en lugar de encontrar un lenguaje judicial equilibrado lo que he encontrado es un lenguaje totalmente tabernario", ha denunciado.

Tras respaldar que se investiguen los sobrecostes de las obras del velódromo Palma Arena, ha asegurado que "no son nada al lado de los sobrecostes de otras obras públicas" y ha puesto como ejemplo el caso del asturiano puerto de El Musel, que nadie ha investigado.

Para Álvarez Cascos, es evidente que no todas las personas son observadas e investigadas "con el mismo rasero".

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