Nueva estrategia tras la crisis de la Covid

Amazon irrumpe en los contratos del Gobierno y levanta alarma empresarial

La multinacional está empezando a competir por adjudicaciones públicas. Sus rivales denuncian que la sede fiscal de la compañía está en Luxemburgo y no tributa en España. 

Motín en Amazon: "No son envíos de primera necesidad"
Amazon irrumpe en los contratos del Gobierno y levanta alarma empresarial
LI

Amazon ha entado de lleno, tras la crisis de la Covid-19, en un negocio inexplorado hasta ahora para la multinacional: el de la contratación pública. Hasta la fecha se trataba de una terreno que estaba reservado a empresas con larga tradición con las diferentes administraciones, pero, tras la pandemia, la compañía de Jeff Bezos quiere que los diferentes gobiernos se conviertan en otro de sus grandes clientes. Acaban de ganar dos contratos de emergencia, sin grandes inversiones, pero el hecho de empezar a competir con compañías asentadas desde hace años o décadas en este tipo de contratos no ha pasado desapercibido entre los afectados.

La irrumpción de Amazon en este nuevo negocio supone una novedad en un mundo empresarial acostumbrado a competir codo a codo por cada acuerdo comercial o de prestación de servicios. Las compañías dedicadas a este tipo de contratación disponen de equipos especializados en estos procesos que preparan a conciencia cada licitación. En ocasiones la oferta ganadora no se decide por su pujanza técnica sino por ser la propuesta más ventajosa para la administración. Si Amazon decide entrar a pujar con estas firmas la competencia va a ser feroz, según auguran en un mercado donde, dicen fuentes implicadas, "nos conocemos todos".

De momento Amazon ya ha ganado dos contratos públicos, ambos adjudicados durante el pasado mes de junio y ambos relacionados con la "adquisición de suministros". Uno de estos contratos hace referencia a la compra de 2.000 tablets para paliar el absentismo escolar originado tras la declaración del estado de alarma. Lo licita el Ayuntamiento de Dos Hermanas, en Sevilla, por 366.000 euros. Es decir, a 183 euros por cada tablet, un acuerdo que el consistorio negoció directamente con Amazon. El segundo contrato, muy testimonial por apenas 53,75 euros, fue firmado por la Dirección General del Instituto Valenciano de Atención Social-Sanitaria (IVASS) para adquirir 102 vasos para la residencia Bennàger, una instalación de cuidados a mayores situada a las afueras de Valencia.

Los habituales en este tipo de contrataciones se quejan de que, especialmente en asuntos relacionados con la tecnología, competir con Amazon se antoja muy complicado para ellos. Especialmente si la compañía estadounidense decide presentar ofertas competitivas para quedarse con contratos públicos. Una de las perjudicadas pide, en declaraciones a La Información, que la administración eleve los controles sobre una firma en una época donde, además, la contratación por parte de Gobierno central, comunidades autónomas y ayuntamientos va a ser clave para algunas.

Hay empresas, además, que vienen trabajando con las administraciones públicas desde hace años y que tuvieron que solicitar el concurso de acreedores durante la anterior crisis, según explican desde una gran contratista. Su escenario actual, tras casi una década de 'travesía por el desierto' y después de haberse frenado radicalmente el número de pedidos, hace inviable poder competir con un gigante como Amazon.

​Amazon y sus cuentas depositadas en Luxemburgo

Un detalle que no ha gustado nada entre los competidores de Amazon es la fórmula que ha utilizado la multinacional para firmar estos primeros dos contratos. La administración, en ambos casos, ha suscrito el acuerdo económico con la sucursal en España de Amazon EU SARL. Se trata de la matriz con la que Amazon opera en Europa y su sede está en Luxemburgo. Ello no significa, insisten desde la compañía, que no tribute en España, que sí lo hace, pero sí que, según se quejan, deja un halo de opacidad en todo el proceso de contratación.

El problema, según denuncian, es que Amazon no entrega al Registro Mercantil las cuentas de esta sucursal española. No se conocen, por tanto, las de los últimos años. Efectivamente, los ingresos, gastos y beneficios del negocio de Amazon en nuestro país se encuentran depositados en el registro luxemburgués. Tal y como indica la propia compañía, las cuentas del año pasado fueron presentadas el pasado 17 de marzo, justo en la primera semana de estado de alarma en España y de confinamiento en toda Europa.

Amazon lleva tiempo poniéndole el ojo a la contratación pública. El año pasado ya inició el proceso de contratación de un 'manager' para pugnar por contratos públicos. En este caso quien fichó fue Amazon Web Services. La oferta de trabajo precisaba que el trabajo del nuevo jefe de contrataciones del Estado sería "crear mecanismos efectivos de compra de la nube por parte del Gobierno" y "educar al sector público sobre la importancia de las adquisiciones eficientes para beneficiarse de la nube". "Como parte de este crecimiento", explicaba el texto, Amazon "ha creado un equipo dedicado a los gobiernos español y portugués y al sector público". De momento los acuerdos con el sector público han llegado de la pata de suministros, no de la tecnológica ni de almacenamiento en la nube.

La relación del Gobierno de Pedro Sánchez con Amazon podría definirse como fluida. En la última cumbre de Davos, antes de la pandemia, el presidente se reunió en privado con el CEO de Amazon Web Services, Andy Jassy. Junto con otros importantes directivos de tecnológicas les explicó sus planes de digitalización y economía verde, una hoja de ruta que el Ejecutivo central ha acelerado como consecuencia de la crisis de la Covid. Todo, con la tasa Google sobre la mesa a la espera de su entrada en vigor.

Mostrar comentarios