Amnistía Internacional insta a Kazajistán a frenar los abusos policiales

Londres.- Amnistía Internacional (AI) instó a las autoridades de Kazajistán a poner freno a los frecuentes abusos a los detenidos por parte de la policía y que consisten en maltratos físicos y vejaciones desde el momento de su arresto.

En un informe publicado y titulado "Kazajistán: Sin salvaguardas efectivas contra la tortura", AI denuncia tanto la persistencia de estas prácticas que se producen dentro del sistema de justicia criminal como la impunidad de los responsables.

Kazajistán se convirtió el pasado diciembre en el primer país musulmán, asiático y ex soviético en asumir la presidencia de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

"Las autoridades de Kazajistán deben adoptar una política de tolerancia cero ante la tortura y están incumpliendo sus compromisos internacionales negándose a atajar este problema", alertó Halya Gowan, directora del programa de AI para Europa y Asia Central.

AI lamentó también que Kazajistán no haya sabido asumir "sus compromisos de acuerdo con el derecho internacional, que incluyen la prevención de la tortura y otros tratamientos crueles, inhumanos o denigrantes".

Según las propias leyes de ese país, la policía está obligada a registrar las detenciones en menos de tres horas.

No obstante, en ocasiones, los arrestos no se registran durante días y los detenidos permanecen incomunicados y sin acceso a abogados, familiares o médicos.

AI denuncia que a consecuencia de que estos individuos son sometidos a prácticas de tortura, muchos de los detenidos terminan confesando crímenes que no han cometido.

"Las autoridades de Kazajistán deben permitir que mecanismos supervisores independientes realicen visitas no anunciadas a todos los centros de detención. Se ha demostrado que éste es un instrumento muy efectivo en la prevención de la tortura", indicó Gowan.

Además, AI destacó que muchas víctimas de la brutalidad de la policía de ese país son "reacias" a denunciar los abusos cometidos por miedo a las posibles represalias.

La organización de Derechos Humanos insta también a las autoridades de Kazajistán a que pongan en práctica sistemas de salvaguarda contra la tortura.