(ampliación) afganistán. Morenés llega al país para entregar la provincia de badghis al ejército afgano


El ministro de Defensa, Pedro Morenés, acaba de aterrizar en Afganistán para iniciar una rápida visita oficial que este miércoles pone fin a la presencia de tropas españolas en la provincia de Badghis y supone la transferencia definitiva del poder a las fuerzas de seguridad locales.
Morenés llegó al aeropuerto de Herat pasadas las cinco de la mañana (hora española), desde donde se va a trasladar a la localidad de Qala-i-Naw para entregar al Ejército Nacional la Base de Apoyo Provincial Ruy González de Clavijo, desde donde las tropas españolas han liderado el control de la zona.
El acto oficial de transferencia supone el final de nueve años de presencia española en la provincia de Badghis, que ha servido para frenar a la insurgencia, mantener la paz entre la población y desarrollar un gran número de proyectos de cooperación al desarrollo para beneficio de los ciudadanos afganos.
Morenés entregará oficialmente la base española a la 3ª Brigada del 207 Cuerpo del Ejército de Afganistán, que está al mando del general Dawood Wadafar, en un acto previsto para la siete y media de la mañana (hora española).
El ministro protagonizará, además, la ceremonia de arriado de las banderas de España y de la OTAN de la base, donde a partir de ahora ondeará la enseña afgana. Posteriormente, regresará a Herat para conocer de cerca la labor que están desarrollando las Fuerzas Armadas para el repliegue total.
España cuenta a día de hoy con 660 miltares en la base de Herat y con otros 329 en Qala-i-Naw. De estos últimos, más de la mitad abandonarán este mismo miércoles la ciudad y volarán de regreso a Herat junto al ministro de Defensa para sumarse al equipo de repliegue.
Los demás, un equipo formado por aproximadamente 150 hombres, se quedarán una noche más en Qala-e-Naw y el jueves emprenderán viaje de regreso a Herat por carretera, en un convoy táctico llamado "dromedario" en el que trasladarán todos los efectos españoles. Tardarán unas 14 horas en recorrer los 150 kilómetros que separan ambas ciudades.
Este grupo, que ha recibido el nombre de "El último infante", está compuesto por una compañía de unos cien soldados, a los que se suman el equipo médico correspondiente, ingenieros y demás personal.

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