(ampliación) aznar: "españa no puede competir en el mundo con 17 comunidades autónomas que quieren ser miniestados"


El ex presidente del Gobierno José María Aznar afirmó hoy que España no puede competir en Europa ni en el mundo con 17 comunidades autónomas que quieren ser como miniestados, y defendió la reforma del modelo autonómico para garantizar la permanencia en el euro, la sostenibilidad del Estado de bienestar y la fidelidad a la Constitución.
Lo hizo en la presentación del informe "Por un Estado autonómico racional y viable", trabajo elaborado por la Fundación FAES que él mismo preside, en la que también intervino la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Aznar criticó el "nivel de confusión" que han creado en este debate quienes prefieren discutir con "estereotipos, eslóganes y prejuicios".
En contraposición a ello, defendió la necesidad de "abordar en serio los debates importantes", como a su juicio es el del modelo autonómico. "Nuestro futuro como nación depende de eso", alertó, apelando al ejemplo de Alemania, que hace unos años se dio cuenta de que algunas características de su estructura federal podían limitar su competitividad y bienestar. Así, resumió en tres razones la necesidad "inaplazable" de reformar el Estado autonómico.
En primer lugar, dijo que no se trata de un tema local y ni siquiera nacional, pues ahora muchos agentes extranjeros están pendientes de cómo España resuelve sus problemas territoriales, pues si no lo hace no puede mejorar su rendimiento económico.
Aunque precisó que las comunidades autónomas "no son un problema" y se negó a "recibir lecciones" de quienes quieren superarlas, sí dijo que "tienen problemas", y que si España quiere seguir formando parte del euro, tiene que afrontar el lastre de gasto público, y las consiguientes subidas de impuestos y pérdida de competitividad que conllevan.
UNA CUESTIÓN SOCIAL
En segundo lugar, recordó que las comunidades autónomas gestionan los servicios sociales, por lo que debatir sobre los problemas del modelo "no es una cuestión identitaria", como pretenden los nacionalistas y los socialistas, sino que "afecta de lleno" al Estado de bienestar, la cohesión social y la igualdad de oportunidades. Si España no es capaz de garantizar la sostenibilidad del sistema que lo financia, advirtió, "será el Estado del bienestar quien pague las consecuencias".
Por último, Aznar afirmó que la sentencia del TC sobre el Estatuto de Cataluña ha fijado "de manera inequívoca los límites jurídico-políticos del proceso descentralizador español", por lo que el modelo de Estado "tiene una configuración constitucional definida" y no puede quedar al albur del "aventurismo político de las mayorías parlamentarias" coyunturales. El modelo, insistió, "no puede ser imprevisible".
En esa línea, afirmó que "aunque algunos puedan tener nostalgia premoderna por fórmulas confederales", que apuntó "nunca han vivido lo suficiente para demostrar sus supuestas bondades", estos planteamientos son siempre minoritarios y empobrecedores y "no son la opción de la Constitución ni de los ciudadanos" que la aprobaron.
Para Aznar, es necesario un Estado "capaz de asegurar las reglas de juego, la igualdad ante la ley, las políticas de cohesión, el acceso por igual a los servicios públicos y los derechos y libertades" de todos los ciudadanos. "Lo necesitamos todos y lo necesitamos ya", remató.
Aparte de estos principios, el expresidente del Gobierno también defendió que la nación española es el "único sujeto soberano" que tiene derecho a decidir su futuro y la Constitución la "única fuente de legitimidad de los poderes públicos". En ese sentido, llamó a "no convertir la diversidad territorial en un viaje a ninguna parte por la obsesión de ser igual de diferenes", una ambición que calificó de "extravagante" y "paradójica".

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