(ampliación) cataluña. Aznar advierte a rajoy de que dialogar con “la política del órdago” terminaría con la constitución


El presidente de la Fundación FAES y expresidente del Gobierno, José María Aznar, advirtió este jueves al presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, de que dialogar con “la política del órdago” y dar “pábulo a esos extravíos del fanatismo” no supondría una reforma de la Constitución, sino que implicaría que “estaríamos deshaciendo nuestro acuerdo democrático”.
Aznar se expresó en estos términos durante la entrega del V Premio FAES de la Libertad al ensayista e historiador mexicano Enrique Krauze, en una semana en la que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, renunció a la consulta soberanista y planteó una consulta alternativa para el 9 de noviembre, a lo que Rajoy respondió reiterando su oferta de “diálogo y ley”.
“Si diéramos pábulo a esos extravíos del fanatismo, si acogiéramos la política del órdago como base de diálogo, no abriríamos ninguna operación de reforma, sino que estaríamos deshaciendo nuestro acuerdo democrático”, advirtió Aznar.
En este sentido, el expresidente del Gobierno trasladó a su predecesor, en presencia de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que “necesitamos la mejor política”, “la que trabaja para articular voluntades, para sumar proyectos y personas, para renovar la invitación a la concordia dentro de la ley”.
El presidente de honor del PP, quien aseguró que “hace mucho”, “más de una década”, que renunció a sus responsabilidades políticas, puso el acento en que “la nación no hay que defenderla y apreciarla sólo por tener responsabilidades”, “sino también por sentido de la responsabilidad”.
REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN
Aznar también advirtió sobre las consecuencias de la solución que ofrece el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, esto es, la reforma constitucional.
“Es ridículo conducirse como si fuera posible abordar nuevamente las grandes decisiones que se adoptaron con patriotismo y con plena lucidez al inicio de nuestro proceso democrático”, aseguró, para alertar de que “es más ridículo cuando se propone como solución”.
El expresidente del Gobierno advirtió de que no se trata de “una solución a un fracaso, sino como una solución a un éxito”. Avisó, igualmente, de que al nacionalismo identitario hay que “decirle con claridad cristalina que sus actos y sus propósitos” no sólo vulneran el modelo constitucional de organización territorial del Estado, sino que lesionan de manera inaceptable los derechos de los ciudadanos.
El que fuera jefe del Ejecutivo denunció que el nacionalismo, al que equiparó en su discurso al populismo, aseguró que el nacionalismo “impone una lógica de desestabilización” y pretende “devolvernos 40 años atrás”. “A un dilema admirablemente superado por los españoles que decidieron reforma frente a ruptura, pluralismo frente a conflicto civil, reconciliación frente a rencor”, dijo.
Con este argumento, denunció que los nacionalistas han fabricado “una falsa encrucijada histórica para imponernos otra cosa” y que “España no puede ser a la vez lo que quiere la mayoría y lo que pretenden minorías rupturistas”.
Lamentó que Cataluña es “un paisaje de ruptura, de división y de frustración” y aseguró que esta comunidad no ha ganado “nada que no sea profundizar las fracturas” y “asomarse a un futuro de empobrecimiento e inestabilidad”.
“El nacionalismo ha querido hacer de España la víctima de la ruptura, y ahora quiere hacerle responsable de la frustración”, advirtió, para denunciar que los que han prometido la independencia prometen “una suerte de golpe de Estado legal, sin riesgos y en Europa”.
BOTELLA Y ZAPLANA
El expresidente del Gobierno se refirió así al desafío soberanista catalán en el discurso que pronunció para reconocer la labor “en defensa de la democracia y la libertad” de Krauze y al que asistieron, entre otros, además de Cospedal, la alcaldesa de Madrid y esposa de Aznar, Ana Botella, el que fuera portavoz del Gobierno de Aznar Eduardo Zaplana, el ex secretario de Estado de Seguridad Ignacio Astarloa o la diputada Cayetana Álvarez de Toledo.
El secretario general de FAES, Javier Zarzalejos, destacó que Krauze es el quinto galardonado con este premio, que coincide con el 25 aniversario de la Fundación FAES, porque “no ha escatimado su voz” para denunciar la lucha contra ETA y defender a la oposición democrática en Venezuela y porque ha alertado “del monstruo dormido del antisemitismo europeo”.
Anteriormente, según recordó Zarzalejos, fueron reconocidos el rey Juan Carlos I, la ex primera ministra de Reino Unido Margaret Thatcher; el presidente de Israel, Shimon Peres, y el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.

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