(ampliación) debate nación. Rajoy exige elecciones anticipadas porque “lejos de interrumpir” las reformas “abren la puerta a un tiempo nuevo”


El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, exigió este martes a José Luis Rodríguez Zapatero que disuelva las Cortes Generales y convoque elecciones generales anticipadas cuanto antes porque, “lejos de interrumpir” las reformas económicas en marcha, “abren la puerta a tiempo nuevo” que ayudaría a recuperar la confianza.
Este fue el mensaje principal de la primera intervención de Rajoy en el Debate sobre el Estado de la Nación, con la que respondía al discurso pronunciado esta mañana por el presidente del Gobierno.
Si Zapatero se había escudado en las reformas económicas en marcha para no adelantar los comicios generales previstos para 2012, Rajoy esgrimió lo contrario con la tesis de que esperar nueve meses “servirá para dejar las cosas peor” porque “cuanto más días se dejen pasar, tendremos más paro, más deuda, más dificultades, más desánimo”.
Si el presidente del Gobierno había enumerado una por una las reformas económicas que le quedan por hacer hasta el final de la legislatura, Rajoy adujo que “importa que, cuanto antes, los españoles puedan hacer inventario y balance para iniciar un tiempo nuevo”.
Rajoy admitió que la facultad de adelantar las elecciones generales la tiene exclusivamente Zapatero, al que acusó de querer “continuar hasta el último minuto” en La Moncloa con tal de “aferrarse a su escaño, no gobernar, impedir que otros lo hagan y no escuchar lo que reclaman a diario los españoles”.
ADELANTAR LAS ELECCIONES
Insistió con distintos métodos y argumentos en que “lo que necesita España es que se abran las urnas y que los ciudadanos puedan escoger, no tanto quién les gobierna, sino a quién trasladan esa confianza que este gobierno ha malgastado”.
“No lo digo yo solamente. En todas las encuestas, hay una clara mayoría que demanda un adelanto electoral. Hasta en el PSOE surgen voces que apoyan la conveniencia de adelantar las elecciones”, dijo.
Rajoy alegó que “en una democracia la confianza se renueva en las urnas y España se merece un gobierno que pueda estrenar una confianza nueva, que diga la verdad y sepa elaborar un plan, atraer inversiones y despejar el horizonte”.
Reprochó al presidente del Gobierno que pretenda “condenarnos a un tiempo perdido, con un Gobierno a la deriva, que no cuenta con la confianza ni de los mercados ni de los españoles, que elude el compromiso de gobernar en serio, que tiene un ojo puesto en las próximas elecciones y que, para decirlo todo de una vez, no es más que una sombra de gobierno”.
Rajoy se ganó el aplauso de sus diputados antes incluso de subir a la tribuna, ya que la bancada del PP imitió el gesto que por la mañana había tenido el Grupo Socialista con Zapatero. Parecía una lucha de fuerzas, no solamente de sus líderes políticos, sino también de los parlamentarios que les responden.
El líder de la oposición empleó toda clase de epítetos para definir la situación del país, como hablar de “calamidad” o recurrir a metáforas del tipo de que España ocupa “el furgón de cola de los más tristes”. También despreció las reformas económicas aprobadas hasta ahora porque “o se afinan las seis cuerda o la guitarra sigue desafinada”.
Rajoy citó incluso la “bicefalia” con Rubalcaba, ahora que ya está confirmado como próximo candidato del PSOE para las elecciones generales, pero lamentó que las elecciones no se celebran ya y se pospongan porque Zapatero “se agarra a un clavo ardiendo” para seguir en el poder.

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