Ana Pastor recuerda que a los políticos se les pide "honestidad" y no astucia

  • La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha dicho que hoy que a los políticos se les debe pedir ser "eficaces" y "honestos", y "no ser astutos", porque deben preocuparse por los problemas de los ciudadanos, por lo que ha pedido que los políticos "respeten las reglas del juego".

El Prat de Llobregat (Barcelona), 22 sep.- La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha dicho que hoy que a los políticos se les debe pedir ser "eficaces" y "honestos", y "no ser astutos", porque deben preocuparse por los problemas de los ciudadanos, por lo que ha pedido que los políticos "respeten las reglas del juego".

Pastor ha hecho estas declaraciones después de visitar la remodelada zona comercial de la T2 del aeropuerto de El Prat-Barcelona, que ha doblado su superficie.

Al acto no ha asistido el conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, Santi Vila, que ha alegado, en un momento de intenso debate soberanista, motivos de agenda.

En el acto, la ministra ha dicho que "es muy importante" que los políticos respeten las reglas de juego y sean honestos "porque es lo que quiere la inmensa mayoría de los ciudadanos, que los políticos sean eficaces y que se preocupen por los problemas de los ciudadanos, como el paro, la educación o la sanidad".

Ha añadido que "a los políticos lo que se nos pide es honestidad, rigor y transparencia, pero no astucia, que debería estar confrontada con la política".

"Tenemos un marco de convivencia que hemos creado entre todos y que es el que marca las reglas del juego en lo pequeño y en lo grande y esas son las que tenemos que cumplir todos", ha abundado Pastor.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, anunció ayer que convocará la eventual consulta soberanista del 9N esta semana, sin concretar detalles, en un acto celebrado en la localidad barcelonesa de Cardona, en donde apuntó que ahora es necesario actuar con "determinación, firmeza, habilidad y astucia" con el objetivo de que los catalanes puedan votar en una consulta que el Estado rechaza.

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