La opinión pública pontevedresa está conmocionada ante el suceso que ha tenido lugar en Gondomar, una localidad de la provincia. La Policía Local ha hallado a tres niños de entre 1 y 6 años encerrados en el coche de su abuelo, que había abandonado a los pequeños para irse a un bar a la localidad vecina de Nigrán.
Como han informado las autoridades, los niños se encontraban tumbados durmiendo en el asiento posterior del vehículo cerrado con llave y con las ventanillas subidas en un aparcamiento cercano al bar, donde fue localizado el abuelo, que se encontraba a cargo de ellos mientras la madre trabajaba en otro municipio cercano.
La madre, una vez informada, se hizo cargo de los menores, debido a que el abuelo no se encontraba en unas condiciones "adecuadas" para conducir, según la Policía Local que ha informado de ello a los servicios Sociales del municipio ante la posibilidad de que se instruyan diligencias judiciales.
Fue una vecina la que habría dado el aviso a las autoridades de que los niños estaban encerrados en el vehículo. Aunque el bar estaba próximo al coche, desde dentro el abuelo no podía controlar cómo estaban los niños, de ahí que pueda tener consecuencias judiciales para el hombre.
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