Andalucía blinda sus costas con sistemas de vigilancia "punteros"

Algeciras (Cádiz), 31 ene.- Las costas andaluzas serán a partir de hoy más impenetrables para el tráfico de drogas o de inmigrantes gracias a la puesta en marcha de un Centro Regional de Vigilancia Marítima de la Guardia Civil, que cuenta con tecnología "puntera" que integra desde satélites a aviones no tripulados.

La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, ha inaugurado hoy este centro que, desde su sede en la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, coordinará y dirigirá las operaciones de vigilancia marítima, aérea y terrestre de toda la costa de Andalucía, Ceuta y Melilla.

Antes de inaugurar las nuevas instalaciones, Carmen Crespo ha subrayado que este centro es "pionero en España", aunque existe ya otro centro nacional con sede en Madrid y otro regional en Canarias, y ha apuntado que servirá para que la vigilancia de la zona del Estrecho "esté muchísimo mejor atendida".

La delegada del Gobierno ha añadido que además de potenciar la lucha contra el narcotráfico, el centro servirá para luchar contra el tráfico de inmigrantes indocumentados y para el rescate de "personas que se juegan la vida".

El nuevo Centro Regional de Vigilancia Marítima del Estrecho hará que la vigilancia de las costas andaluzas vaya "algo más allá", incorporando nuevos medios, como satélites o aviones no tripulados, a los 21 puntos de visualización de las costas andaluzas que están desplegados por toda la costa andaluza, integrados en el sistema SIVE, según ha explicado hoy el jefe interino de este centro, el capitán Manuel Ovidio Corredor Sánchez.

El centro vigilará las aguas territoriales españolas, la franja internacional que las separa de África y las costas de este continente, con sistemas de comunicación integrados, de visualización en tiempo real y de conexión con la red Seahorse de satélites con el que España intercambia información con diversos países africanos.

Para ello, además de la red SIVE, el centro integrará y gestionará la información que recibe de sus patrulleras costeras y buques oceánicos, de sus medios aéreos y de los satélites, además de las patrullas conjuntas que se han establecido en acuerdos con países africanos como Mauritania, Marruecos o Senegal.