Angola celebra sus segundas elecciones en paz pero con gran tensión política

  • Tras el fin en 2002 de la guerra civil, Angola encara sus segundas elecciones en paz pero con gran tensión entre el Gobierno que lidera José Eduardo dos Santos y la opositora Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA).

Manuel Sebastiao

Luanda, 28 ago.- Tras el fin en 2002 de la guerra civil, Angola encara sus segundas elecciones en paz pero con gran tensión entre el Gobierno que lidera José Eduardo dos Santos y la opositora Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA).

Hace tan sólo una década, la excolonia portuguesa puso fin a un conflicto que desangró al país durante 27 años y enfrentó al gobernante Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) y a la UNITA.

En las elecciones legislativas de 2008, el MPLA venció al cosechar más del 80 por ciento de los sufragios, un resultado contundente que la UNITA aceptó en aras de la paz y la estabilidad del país, pese a denunciar irregularidades.

Sin embargo, la campaña para los comicios generales que tendrán lugar el próximo viernes (los terceros desde que Angola se independizó de Portugal, en 1975) se ha visto empañada por las dudas de la oposición sobre la Comisión Nacional Electoral (CNE).

"Pedimos a la CNE que respete la ley", afirmó el pasado fin de semana el presidente de la UNITA, Isaías Samakuva, quien ha puesto en duda la transparencia del proceso electoral y ha insinuado, incluso, la conveniencia de retrasar los comicios.

Liderado por Dos Santos, que lleva casi 33 años en el poder, el MPLA, gran favorito para volver a ganar en las elecciones del viernes, ha rechazado las dudas de la oposición y ha exigido "responsabilidad política".

La campaña también se ha enrarecido porque el MPLA ha acusado a la UNITA de querer alterar el orden público con la amenaza de convocar manifestaciones contra el régimen de Dos Santos, alegación que la oposición ha tildado de "falsa".

En el cruce de acusaciones, no han faltado los reproches de la UNITA sobre el supuesto uso de los medios de comunicación estatales por parte del MPLA en beneficio electoral propio, mientras la propuesta de Samakuva para celebrar un debate, cara a cara, con el presidente Dos santos tampoco ha encontrado eco en el MPLA.

Las movilizaciones contra el Ejecutivo de Luanda se han incrementado desde 2011, protagonizadas principalmente por organizaciones juveniles y de veteranos de guerra, que han sido contenidas violentamente por la Policía, con detenciones de opositores, líderes de las protestas y periodistas, según HRW.

Pese la tensión entre el MPLA y la UNITA, el periodista angoleño y activista anticorrupción Rafael Marques no cree que esas disputas vayan a provocar una vuelta a la guerra, si bien piensa que los votantes no aceptarán un resultado electoral "cocinado".

"La gente no están tan predispuesta a sentarse sin hacer nada, como hicieron en 2008. Eso ha complicado las cosas a las autoridades, porque saben que la gente conoce lo que están haciendo", agrega Marques, autor del blog "Maka Angola".

A juicio del bloguero, "Angola es, de facto, un Estado de un partido que utiliza la reconstrucción nacional como una nueva forma de tiranía", pues el pueblo disfruta de infraestructuras como los hospitales, pero "no se le permite quejarse sobre la falta de equipos, doctores, medicinas y condiciones sanitarias básicas".

En ese sentido, el MPLA se han comprometido a seguir con su programa de reconstrucción tras la guerra, aunque la oposición le recuerda que no ha cumplido la promesa hecha en 2008 para construir un millón de viviendas para los angoleños.

Pese a sus diferencias, ambas fuerzas políticas han prometido en esta campaña hacer más para reducir la gran pobreza y desigualdad que existe en el país, pese a su rápido crecimiento económico en los últimos años como segundo mayor productor de petróleo de África.

Frente a los dos grandes partidos, ha surgido una nueva formación, la Convergencia Amplia de Salvación nacional de Angola-Coalición Electoral (CASA-CE), liderada por Abel Chivukuvuku, exasesor del fallecido jefe de la UNITA, Jonas Savimbi, si bien todavía está por ver qué acogida tiene entre el electorado.

Según la nueva Constitución aprobada en 2010, que eliminó la elección directa del presidente de la República, el cabeza de lista del partido que gane las elecciones del viernes se convertirá en el jefe del Estado.

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