Se enviarán expertos

España aprieta a Marruecos para atajar la nueva llegada de cayucos a Canarias

La colaboración con el gobierno de Rabat servirá para frenar a las mafias que envían pateras desde la vecina Mauritania, en su mayoría con inmigrantes que huyen de la inseguridad de la zona del Sahel. 

José Manuel Albares
España presiona a Rabat para atajar la nueva llegada de cayucos a Canarias.
Agencia EFE

El Gobierno quiere exprimir al máximo la nueva etapa de entendimiento con Marruecos para aprovechar su posición estratégica y atajar la llegada de cayucos con inmigrantes a Canarias, que se está incrementando en las últimas semanas y amenaza con convertirse de nuevo en uno de los grandes problemas del verano. La situación no llega a tener los tintes de la crisis de finales de 2020, cuando arribaron en apenas dos meses más de 13.000 inmigrantes a los puertos canarios, pero si hacemos caso a las estadísticas del Ministerio del Interior, los datos hasta el 15 de mayo son preocupantes y alertan de un aumento del 52,5% en la llegada de pateras procedentes de África a las Islas Canarias, con 7.619 personas. Solo la llegada de inmigrantes por vía marítima a esa comunidad española acapara casi el 75% de todos los que han llegado a nuestro país este año (10.163), que crecen a un ritmo del 14%.

La situación de Canarias empeora a medida que mejora la de los puntos fronterizos de Ceuta y Melilla, de forma que la intención del Ejecutivo español, a través de los ministerios de Interior y de Exteriores es formar un equipo de expertos en inmigración en torno a Rabat, que pueda aprovechar la cooperación de ambos países en el freno de unos cayucos que, en su mayoría, salen hacia Canarias desde las costas de Mauritania. Fuentes diplomáticas aseguran que el gran problema que genera esa inmigración es la delicada situación de seguridad en todo el Sahel africano, desde Mali hasta la República Centroafricana, dominado por grupos paramilitares y gobiernos débiles que hacen salir a los habitantes en busca de una mayor seguridad y mejores medios de vida, por precarios que sean.

El propio ministro de Exteriores, José Manuel Albares, viaja esta semana a las Islas Canarias para explicar al gobierno autónomo de Ángel Víctor Torres los avances que se están teniendo en el grupo sobre migración formado con el ejecutivo marroquí de cara a frenar, en lo posible, el flujo migratorio procedente, tanto de Marruecos, como de los países vecinos, a través de mafias organizadas. La inestabilidad de la zona del Sahel se ha convertido en uno de los grandes problemas geoestratégicos a medio plazo que pretende abordar la Unión Europea, tanto por cuestiones puras de seguridad en sus fronteras, como por el control de los recursos naturales y el gas que se genera en esos territorios. Es además una de las claves de las nuevas relaciones de la UE con Estados Unidos, también interesado en mantener fuera de la influencia de Rusia y sus paramilitares (Grupo Wagner) todo ese territorio.

Por otro lado, desde el Ministerio del Interior se están pensando en reforzar al máximo la cooperación policial con Marruecos, con el envío de expertos y técnicos en materia de inmigración a la Embajada de España en Rabat, de forma que puedan desarrollar su trabajo más cerca de las zonas en las que se genera el problema y atajarlo de raíz. 

Alerta en las fuerzas de seguridad

Fuentes de la Policía Nacional consultadas por este periódico afirman que es en concreto la isla canaria de Las Palmas la que se ha convertido en el principal lugar elegido por los inmigrantes ilegales de África para atracar sus embarcaciones. Además, alertan de que este escenario se puede acentuar aún más los próximos meses. "El número de pateras que llega a Canarias es constante, sobre todo ahora que el buen tiempo y la buena marea acompaña. Como utilizan unos barcos que no son los más indicados, aprovechan para venir sobre esta época. Hay un continuo de pateras que llegan durante todo el año, pero durante el verano esto se intensifica. El flujo de inmigración sigue siendo alto y no ha cambiado con respecto a otros años".

La cuestión migratoria fue uno de los puntos que se trataron en la reunión del pasado mes de abril entre el presidente Sánchez y el rey Mohamed VI, con la puesta en marcha de una nueva hoja de ruta, que incluía la creación de grupos de trabajo -que empezarían a reunirse en breve- para "concertar" todos aquellos intereses en común, como el grupo permanente de migración ya existente. Esto último se concretó este mismo mes de mayo con una reunión de alto nivel presidida por el secretario de Estado de Migraciones, Jesús Javier Perea, y por el director de las Migraciones y de la Vigilancia de Fronteras, Khalid Zarouali.

El profesor de Relaciones Internacionales por la universidad marroquí Sidi Mohamed Ben Abdellah, Said Saddiki, confía en la efectividad del acuerdo entre ambos países. "Va a ayudar la cooperación en materia de seguridad, tanto fronteriza como de inmigración irregular. Se espera que los dos países mejoren su cooperación a este nivel, especialmente en lo que respecta a la inmigración y a las fronteras, que son elementos esenciales de la cooperación en materia de seguridad". Una colaboración que no cree que se eleve al plano militar. "Depende de cómo los futuros gobiernos aborden la aplicación de los principios contenidos en la carta del presidente del Gobierno de España al Rey de Marruecos ya que la cooperación militar requiere una fuerte confianza mutua entre los dos socios; y también se basa en entendimientos estratégicos a largo plazo".

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