Aquino empieza a diseñar su equipo de Gobierno y a suceder a Macapagal Arroyo

  • Manila.- Benigno Aquino, ganador de las elecciones a la presidencia de Filipinas celebradas el pasado lunes, se prepara para suceder en el cargo a Gloria Macapagal Arroyo y diseñar su futuro equipo de gobierno.

Aquino empieza a diseñar su equipo de Gobierno y a suceder a Macapagal Arroyo
Aquino empieza a diseñar su equipo de Gobierno y a suceder a Macapagal Arroyo

Manila.- Benigno Aquino, ganador de las elecciones a la presidencia de Filipinas celebradas el pasado lunes, se prepara para suceder en el cargo a Gloria Macapagal Arroyo y diseñar su futuro equipo de gobierno.

El heredero de la influyente dinastía Aquino ha comenzado los preparativos para formar Gobierno y para la investidura, el 1 de julio, al tiempo que reafirmó su compromiso para combatir la corrupción en la administración pública.

Aunque todavía no han sido anunciados los resultados definitivos, Aquino obtuvo el 41 por ciento de los votos emitidos, frente al 25 por ciento del segundo, el ex presidente Joseph Estrada, según datos provisionales con cerca del 80 por ciento de los sufragios escrutados.

Casi todos los candidatos han concedido la victoria a Aquino e incluso algunos han ofrecido su colaboración, con la excepción de Estrada.

La Comisión Electoral anunció el martes que dejaba de difundir datos parciales para permitir que el Congreso de los Diputados haga públicos los nombres del presidente y vicepresidente del país con el cien por cien escrutado, tal y como exige la ley.

La mayor incógnita reside ahora en quién ocupará la vicepresidencia, ya que Jejomar Binay, alcalde de uno de los distritos más prósperos de Manila, el de Makati, encabeza la votación con un estrecho margen de 800.000 votos sobre Mar Roxas, el candidato apoyado por Aquino, del Partido Liberal.

La victoria de Binay, que formó tándem con Estrada, supondría un contratiempo para Aquino, porque contaba con Roxas como una de sus piezas clave de su Gabinete.

El hijo de Benigno Aquino, mártir de la democracia asesinado en 1983, y de la fallecida Corazón Cojuangco, la primera presidenta tras la dictadura de Ferdinand Marcos, quiere tener listo su equipo de transición en las próximas horas, según indicó el portavoz de su partido, Lorenzo Tanada.

En su afán por combatir la corrupción, Aquino ha anunciado su intención de investigar a la actual presidenta, sobre la que pesan sospechas de fraude durante las elecciones presidenciales de hace seis años.

Macapagal Arroyo, ex profesora de Economía de su sucesor, respondió a través de su portavoz que no se escudará en la inmunidad parlamentaria de los cargos, tras haber ganado un escaño, y demostrará su inocencia.

El futuro presidente de Filipinas ha propuesto a personas de su confianza los principales cargos de su gabinete pero a la espera de sus respuestas sólo ha sido hecho público el nombre de Corazón Soliman, quien formó parte del Gobierno de Macapagal Arroyo hasta que se destapó el escándalo del supuesto fraude electoral, y dimitió y pidió la destitución de la mandataria.

Gilberto Teodoro, ex secretario de Defensa con Macapagal Arroyo y quien figura en cuarta posición de los candidatos a la jefatura del Estado, también suena con fuerza para formar parte del nuevo Ejecutivo.

Además de combatir la corrupción, Aquino afrontará los mismos desafíos que sus antecesores, garantizar el crecimiento económico, aliviar la pobreza, intentar acabar con la rebelión comunista y luchar contra del separatismos islámico, conflictos enquistados desde hace varias décadas.

Durante los nueve años de mandato de Macapagal Arroyo, los índices de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) se han mantenido con una media del 5 por ciento anual, a un nivel parecido al de sus vecinos asiáticos pero insuficiente para aliviar la extendida pobreza, hasta que estalló la crisis financiera global en 2008.

El 44 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, con menos de dos dólares al día, mientras que la economía subsiste gracias a la remesas de dinero que envían al país los cerca de once millones de filipinos que trabajan en el extranjero, y que representan casi el 15 por ciento del PIB.

La victoria clara de Aquino ha sido bien recibida por las principales asociaciones empresariales del país, que hoy ofrecieron su colaboración para impulsar la economía.

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