Arabia, lidera el grupo de países que se opone a 'descarbonizar' el mundo

    • Este país encabeza las reticencias de los países productores de petróleo y aceptaría junto con Venezuela el uso del concepto de "neutralidad climática".
    • El principal obstáculo en las negociaciones sigue siendo la financiación de 100.000 millones de dólares que el Norte desarrollado aportará cada año a partir de 2020 a los países en desarrollo.
57 ciudades realizaron la marcha del clima suspendida en París por el 13N
57 ciudades realizaron la marcha del clima suspendida en París por el 13N

Arabia Saudita es el Estado que encabeza la resistencia de los países petroleros en la Cumbre de París sobre el Cambio Climático. Este país quiere evitar que el texto mencione el objetivo de "descarbonizar" la economía mundial --es decir liberarla de las energías fósiles como carbón, gas o petróleo--, una palabra también rechazada por Venezuela, según su negociadora Claudia Salerno. El acuerdo podría darles satisfacción en este punto y optar por el concepto de "neutralidad climática".

Otro de los puntos de bloqueo eran los plazos de revisión de lo acordado. Sobre la mesa está la propuesta de revisiones cada 5 años, aunque India empujaba para que se hagan cada diez.

Aunque la revisión cada 5 años terminó imponiéndose, se fijó la primera para 2023 o 2024, tras la entrada en vigor del acuerdo en 2020.

Otros países como Argentina reclamaban más tiempo, o en su defecto mejores condiciones de acceso a tecnologías de las que disponen los países desarrollados.

Juan Carlos Villalonga, el emisario en la COP21 del presidente electo Mauricio Macri que asumirá sus funciones el jueves en reemplazo de Cristina Kirchner, adelantó que a partir de ese día bajaría "los decibeles" a las objeciones argentinas, que este miércoles valieron a su país el vergonzante "Premio Fósil" del día, atribuido por la red de ONG Climate Action Network.

Argentina está "arrastrando los pies", deploró Villalonga, que dijo estar dispuesto a aportar matices capaces de "desatar nudos" para alcanzar un acuerdo y empujar por ejemplo para que incluya la fecha del 2050 como etapa de reducción de gases de efecto invernadero.El principal obstáculo, la financiación

El principal obstáculo en las negociaciones seguía siendo a último momento la cuestión del financiamiento de 100.000 millones de dólares que el Norte desarrollado aportará cada año a partir de 2020 a los países en desarrollo para que adapten sus economías al cambio climático.

Aquí también entra en juego la "ambición": los países del Sur quieren que esa suma sea un piso a partir del cual se aportarían más fondos, mientras que los industrializados argumentaron que "el mundo cambió" y obtuvieron que los emergentes poderosos sean invitados a ayudar también a los vulnerables.

Una propuesta formulada por India --uno de los actores protagonistas en Le Bourget--, podría finalmente ser la llave que abra la puerta del acuerdo final: sincronizar los planes nacionales voluntarios de reducción de emisiones (INDC) de cada país con el financiamiento y el acceso a las tecnologías aportado por el Norte.

Otra meta del acuerdo era impulsar el establecimiento de un "precio del carbono", algo que también quedaría en el texto final como un objetivo "importante" a alcanzar, para que el mundo se aleje progresivamente de las energías fósiles y adopte las opciones verdes.

El portavoz de la oenegé Oxfam, Romain Benicchio, advirtió sobre los riesgos de una dilución de lo acordado: "Los países claramente están prefiriendo la facilidad en lugar de pelear por lo que es justo para sus ciudadanos y para el planeta. No es demasiado tarde para elevar el nivel de ambición del acuerdo".

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