El Juzgado de Instrucción número 6 de Ceuta ha archivado la causa abierta por la muerte de 15 personas de origen marroquí en la frontera de El Tarajal el 6 de febrero de 2014. Esta semana, desde el Juzgado informaban, según señala Europa Press, que se habían solicitado a Marruecos las autopsias practicadas a los diez cadáveres de inmigrantes subsaharianos que fueron recuperados en el país alauí. Los inmigrantes perdían la vida intentando cruzar a nado a través del espigón fronterizo del Tarajal.
En abril la jueza rechazaba la petición de la defensa de los guardias civiles citados a declarar como imputados para que se sobreseyera la causa. En febrero, coincidiendo con el primer aniversario de la tragedia, la instructora del caso vio denegada por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu su propuesta para inhibirse en el caso.
Y es que, para el magistrado, en ese momento del proceso no estaba acreditado si las muertes se habían producido en España, en Marruecos o en territorios de ambos reinos, ya que los cuerpos se rescataron tanto en aguas marroquíes como en españolas, "siendo así que las corrientes marinas pudieron haber trasladado los cuerpos a uno u otro lado". A juicio del magistrado de la Audiencia, cabía por concluir entonces como "certeza" que la actuación de la Guardia Civil se produjo "en y desde territorio español sin que nadie ponga en duda esta circunstancia". Sin embargo, no podía afirmarse con rotundidad que la actuación fuera la causa de la muerte de los migrantes.
Desde que se produjera el suceso, declararon en sede judicial 16 guardias civiles: trece agentes, un capitán, un teniente y un sargento. Todos se encontraban en la playa del Tarajal en la mañana del suceso. Sus declaraciones se produjeron para dilucidar si hubo relación 'causa-efecto' entre la actuación de los guardias y la muerte de al menos cinco de los fallecidos, aquellos ciyos cuerpos fueron recuperados en aguas españolas. El traslado del teniente coronel encendió las alarmas
En agosto de 2014, el jefe de la Guardia Civil de la ciudad autónoma de Ceuta, el teniente coronel Andrés López García, era trasladado a Sevilla. En aquel entonces se encendieron todas las alarmas porque este traslado se interpretó como un castigo a su gestión en la tragedia.
López García era entonces el máximo responsable de las órdenes durante la avalancha. Los inmigrantes murieron por ahogamiento en medio de disparos de pelotas de goma y botes de humo junto al espigón de la playa ceutí, según informaba la cadena Ser entonces. En un primer informe de la Comandancia encabezada por López García, enviado al director general de la Guardia Civil, se llegaron a negar los disparos de pelotas de goma que llevaron a cabo los GRS -antidisturbios- de la Benemérita. Sin embargo, se comprobó de forma posterior en las grabaciones que se lanzaron unas 140 pelotas de goma.La última avalancha, por Benzú
Desde la tragedia de El Tarajal, las entradas a Ceuta se han ido sucediendo. Sin embargo, no se registraba una tan grande como la de la madrugada del 2 al 3 de octubre, cuando un total de 85 personas conseguía acceder, de una avalancha de 200, a territorio español. Sin embargo, en aquella ocasión el suceso se registró en Benzú, la frontera norte de la ciudad, un lugar poco habitual para este tipo de entradas.
El grupo que consiguió cruzar logró eludir la valla y se concentró en una roca ubicada a pocos metros de la playa. Unos intentaron saltar la valla, otros rompieron un trozo de reja, algunos bordearon el espigón y el resto nadó para poder llegar a aguas españolas.
En la operación tuvieron que intervenir dos embarcaciones de la Guardia Civil y otras dos de la Gendarmería marroquí, además de agentes del Cuerpo Nacional de Policía. La Cruz Roja tuvo que atender a diez inmigrantes a causa de las heridas.
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