Tatxo Benet: "He comprado esta obra para que se vea, no para esconderla"

  • Cree que la obra será expuesta en el Museo de Lleida, "porque soy de allí y porque es interesante, provocadora y provoca un debate público".
Fotografía de Tatxo Benet
Fotografía de Tatxo Benet

Tatxo Benet, socio de Mediapro, ha dado un paso al frente después de que ARCO decidiera descolgar la obra de Santiago Sierra, 'Presos Políticos en la España contemporánea', y convirtiera su espacio en una pared blanca. Benet confiesa que compró la obra antes de que se produjera este hecho porque le parecía "una obra inteligente, interesante, provocadora que induciría a un debate público entre sus espectadores", y se sorprende ante el hecho de que muchos puedan enlazar ésta con el independentismo y su defensa. "Simplemente compré una obra valiente y provocadora que me gustaba. Eso no tiene que ver con la relación entre Cataluña y España. De hecho hay 25 caras en la obra y solo tres responden al tema catalán. No sé por qué se focaliza en ello", señala, aunque es consciente de que el hecho que la obra se haya apartado en ARCO responde a un motivo político. "No me cabe duda", zanja. 

Usted ya ha manifestado que espera que la obra 'Presos Políticos' se vea en el Museo de Lleida después de ser retirada de ARCO.

Sí, y no por nada en especial sino porque yo soy de allí. Mi intención es que esa obra no se quede escondida en un rincón sino que se vea. Lo que ha ocurrido en ARCO es que no se ha querido ver que se ha cometido una censura tanto a la libertad del artista como a la libertad del espectador para poder ver la obra. Y vamos a intentar que la obra se exponga. Hemos recibido ofertas de galerías y salas de exposición para hacerlo, pero espero que sea en el Museo de Lleida. 

¿No tiene miedo a que vuelva a ser retirada?

No lo será porque tendremos todos los permisos y autorizaciones necesarias para que pueda ser expuesta.

Se ha colocado usted en el ojo del huracán y más aún por su relación con Roures y el independentismo.

No entiendo por qué voy a estar en el ojo del huracán por comprar una obra de arte. Lo hice antes de la polémica porque creo que la obra es más que interesante y valiente, no deja indiferente y creo que Santiago Sierra es un artista español contemporáneo y reconocido internacionalmente. Estamos hablando de un artista y una obra relevante. Ya expuso a Franco en una nevera y no pasó nada. No sé qué tiene que ver mi relación con Roures en esto. 

¿Usted está de acuerdo con el título de la obra 'Presos políticos en la España contemporánea? ¿Comparte esa idea?

Yo creo que ese es un concepto equivocado. Es como si compras un cuadro de Da Vinci y dices que no te gusta esto o aquello. Yo me considero un liberal y creo en la libertad de las personas, en los derechos humanos y en los derechos fundamentales, en la libertad de pensamiento y expresión de todo el mundo. Cada uno tiene el derecho a pensar lo que quiera y creer que no son presos políticos. O decir que no le gusta. No hace falta estar de acuerdo con el título de la obra porque este está dentro de un contexto y no solo se habla de Cataluña en ella. Solo tres rostros pertenecen al conflicto catalán. No vamos a comprar una obra y cambiarle el título, es lo que el autor ha querido expresar. 

Pero usted sabe que la obra ha sido retirada en un contexto político determinado y que esa es la causa. Muchos consideran que no se puede exponer una postverdad porque no son presos políticos.

Puedes estar de acuerdo o no con el artista. También se han expuesto en ARCO cruces gamadas, y puede no gustarle a la gente y es respetable que así sea, pero no se censura. Estamos hablando de un tema candente y el autor expone una idea. El espectador maduro es el que debe interactuar con ella y puede estar de acuerdo o no. Con lo que se ha hecho en ARCO se ha dado por supuesto que el público es inmaduro y que no lo va a entender.

Pero comprar esa obra se puede entender como una defensa de esas ideas independentistas.

Cada uno tiene derecho a mantener sus ideas y comprar una obra de arte que va mucho más allá. Estamos hablando de libertad de expresión y la libertad es un tema universal. Un conflicto político no tiene nada que ver, la gente tiene el derecho a la cultura. La obra tampoco plantea un debate sobre Cataluña. Y entiendo que haya gente que determinadas expresiones artísticas no les gusten o les parezcan intolerables, pero esta obra va más allá.

¿Cree que en España ha retrocedido la libertad de expresión, que hay más censura respecto a la transición?

Sí, España es un país que disfrutó de un grado de libertad alto, fuimos logrando cada vez más libertad, con el divorcio, la ley del aborto, con avances sociales, con más libertad individual. Esto ha ido a la baja no solo en España, sino en el mundo. De hecho, canciones de los 80 y los 90 cuentan con unas letras que hoy serían imposibles, más fuertes que las que han condenado ahora al rapero mallorquín [José Miguel Arenas, conocido como Valtònyc y condenado a tres años y medio de cárcel por delitos de calumnias e injurias graves a la Corona, enaltecimiento del terrorismo y amenazas por el contenido de sus canciones]. Era una sociedad más tolerante y más tolerable. 

Se habla de dictadura en España, ¿no le parece excesivo?

Yo no voy a calificar regímenes. Este es un tema artístico y de libertad individual, una regresión en el ámbito de la libertad. Ahora se buscan delitos donde no los hay, antes la sociedad no se escandalizaba de igual forma. 

Le ha comentado el autor de la obra apartada en ARCO algo al respecto, le ha dado las gracias...

No, no he hablado con él.

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