ARCO se cobra la polémica con la mejor edición en ventas tras el inicio de la crisis

  • Una edición marcada por el regreso tras años de ausencia de galerías internacionales como Alexander & Bonin, Team y Thaddaeus Ropac.
Obra "Cartas al Cielo" de la artista Alicia Framis de la galería Juana Aizpuru, en la edición 2018 de ARCO ( EFE/FERNANDO VILLAR)
Obra "Cartas al Cielo" de la artista Alicia Framis de la galería Juana Aizpuru, en la edición 2018 de ARCO ( EFE/FERNANDO VILLAR)
Obra "Cartas al Cielo" de la artista Alicia Framis de la galería Juana Aizpuru, en la edición 2018 de ARCO ( EFE/FERNANDO VILLAR)
Obra "Cartas al Cielo" de la artista Alicia Framis de la galería Juana Aizpuru, en la edición 2018 de ARCO ( EFE/FERNANDO VILLAR)

La polémica ha beneficiado a la 37 edición de la feria internacional de arte contemporáneo ARCO, que cierra sus puertas con un balance muy positivo, especialmente en cuanto a ventas, que han crecido entre un 10% y un 20%, según la estimación provisional, y hace de 2018 el mejor año desde el comienzo de la crisis.

"La estimación global de ventas se hará más adelante, estamos elaborando ahora una encuesta con los galeristas, pero creo que superará entre un 10% y un 20% los resultados de años anteriores", ha señalado Carlos Urroz, director de la feria celebrada entre 21 y el 25 de febrero.

En cuanto al número de visitas, a falta de contabilizar todo el último día, se mantiene alrededor de las 100.000, como el año pasado, de las que unas 30.000 corresponden exclusivamente a visitantes profesionales en los dos primeros días de feria.

Urroz ha recordado que las piezas más caras no se venden por impulso, muchas van a parar a museos y tienen que recibir aún el visto bueno de un patronato, pero ha podido avanzar que "ha habido ventas de obras de más de un millón de euros".

La recuperación no llega a las CCAA

En cuanto al tipo de comprador, destaca el coleccionista privado, tanto español como extranjero. También han comprado "importantes museos extranjeros" y algunas instituciones españolas, como el Reina Sofía, la Fundación ARCO y la Comunidad de Madrid, pero en general la recuperación económica no parece haber llegado aún a comunidades autónomas y ayuntamientos.

La Fundación ARCO, cuya colección se aloja en el CA2M de Móstoles (Madrid), ha adquirido obras por valor de 175.000 euros de los artistas Amalia Pica, Armando Andrade Tudela, Laure Provost, Lily Renaud Dewar, Yorgos Sapountzis, Francesc Ruiz y Eva Fábregas.

El Reina Sofía anunció la adquisición de obras de 12 artistas, como Eloy Laguardia, Mathias Goeritz, Mladen Stilinovic o Ferran García Sevilla, por un valor global de 389.200 euros. Y la Fundación Helga Alvear se ha hecho con una de las obras más emblemáticas de esta edición, el Pavilion for showing rock de Dan Graham, por 500.000 euros.

Entre las obras vendidas en ARCO 2018 destacan también una escultura de Baltasar Lobo, Mère et enfant, de 330.000 euros; la pieza Escritura verde superior de Jesús Rafael Soto, que ha alcanzado los 800.000 euros, o dos obras de Antonio López, vendidas por Marlborough por 315.000 y 90.000 euros.

Bendita polémica 

Los datos confirman lo que muchos galeristas avanzaban a Efe, que la polémica y el ruido mediático desatado en la jornada inaugural por la censura de la obra Los presos políticos en la España contemporánea de Santiago Sierra no ha sido un obstáculo para las ventas.

En opinión de Urroz, lo sucedido en ese sentido tiene que servir de lección para respetar la libertad de expresión.

"Pedir a la galería que retirara la obra fue una decisión desacertada y que la galerista la retirara también, pero esto tiene que servir para aprender que en ARCO todos los artistas tienen libertad de presentar la obra que quieran, dentro los parámetros de calidad que exige el comité organizador", ha dicho.

Sobre la creciente judicialización de los contenidos artísticos, Urroz ha defendido que en el arte "la libertad de expresión tiene que ser total y absoluta" y ha opinado que lo único que se consigue con ello es dar más visibilidad y publicidad a esos artistas, con lo que el efecto es el contrario al buscado.

Tampoco cree Urroz que otros temas en los que los organizadores pretendían poner énfasis, como la participación de las mujeres en el mundo del arte, hayan quedado relegados más allá de lo "mediático".

En ARCO 2018 han participado en total 207 galerías de 29 países, en una edición marcada por el regreso tras años de ausencia de galerías internacionales como Alexander & Bonin, Team y Thaddaeus Ropac, además de Hauser & Wirth, que lo hizo el año pasado.

La feria se ha celebrado bajo el lema "El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer", pero para el año que viene la organización ya ha anunciado que se volverá a contar con un país invitado, que será Perú.

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