Argentina calienta motores para el "maratón electoral" 2015

  • Argentina calienta motores para afrontar un auténtico maratón electoral durante el nuevo año, con hasta seis convocatorias en algunas provincias y una intensa y campaña para las presidenciales con tres favoritos en las encuestas, que auguran una final muy reñida.

Mar Marín

Buenos Aires, 6 ene.- Argentina calienta motores para afrontar un auténtico maratón electoral durante el nuevo año, con hasta seis convocatorias en algunas provincias y una intensa y campaña para las presidenciales con tres favoritos en las encuestas, que auguran una final muy reñida.

Aunque las elecciones presidenciales están fijadas para el 25 de octubre y la campaña oficialmente no comenzará hasta cinco semanas antes, la carrera por llegar a la Casa Rosada empezó hace meses y se acelerará durante este año.

Tres son los favoritos en los sondeos, tan ajustados que los analistas no descartan una segunda vuelta -que podría celebrarse en noviembre- para la elección del sustituto de Cristina Fernández, que apura su segundo y último mandato.

En cabeza, tres rostros conocidos para los argentinos: el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, el ex jefe de Gabinete Sergio Massa y el alcalde de la capital, Mauricio Macri, aunque hay otros muchos aspirantes que podrían dar la sorpresa porque, como advierten los analistas, en Argentina diez meses es un mundo y todo puede pasar.

Los tres tienen experiencia en política y algunos puntos en común, como su definición como peronistas o filo-peronistas, aunque mantienen también importantes discrepancias ideológicas.

Scioli, al frente del mayor distrito electoral del país y bastión peronista durante los últimos ocho años, es un piloto de lanchas de 57 años que saltó a la política de la mano del ex presidente Carlos Menem, fue vicepresidente con el fallecido Néstor Kirchner y ahora está distanciado de su esposa y sucesora, Cristina Fernández.

Pese a que las encuestas no reflejan una gran valoración de su gestión en la provincia, su imagen positiva supera el 60 por ciento y podría ser capaz de aglutinar a buena parte del peronismo para alzarse con la candidatura en las primarias de agosto.

Mauricio Macri, de 55 años, era un perfecto desconocido para la mayoría de los argentinos hasta que asumió la presidencia del club Boca Juniors.

Una plataforma que le sirvió para llegar al Gobierno de Buenos Aires, desde donde ahora pretende saltar a la Casa Rosada, tras dos mandatos en la capital que no le han resultado suficientes para construir una estructura nacional en su Propuesta Republicana (Pro), lo que le obliga a cerrar pactos con otras fuerzas políticas con presencia en todo el país.

La terna se completa con Sergio Massa, alcalde de la localidad bonaerense de Tigre, que llegó a ser jefe de Gabinete de Fernández y salió escaldado del Gobierno y enfrentado con la presidenta.

A sus 42 años, Massa busca aliados en el peronismo, exhibe una carrera meteórica y presume de su gestión en Tigre, un municipio de las afueras de Buenos Aires con un importante crecimiento y un aumento de las zonas residenciales de lujo.

Pero hay muchos otros interesados en ocupar el sillón presidencial, desde el ministro de Transporte, Florencio Randazzo, al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, a gobernadores peronistas como Sergio Urribarri.

El ganador llegará a la Presidencia tras una larga y agotadora campaña, en la que, según cálculos de medios locales, los principales candidatos pueden llegar a gastar hasta 1.000 millones de pesos -unos 117 millones de dólares-.

El calendario electoral no da tregua. A nivel nacional, la renovación de la Presidencia y de parte del Congreso será precedida de las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), el 9 de agosto.

En octubre se celebrarán las generales y, si no hay candidato ganador, en noviembre se convocará una segunda vuelta que los analistas ven muy probable en este momento.

Además, al menos en siete jurisdicciones electorales las elecciones se multiplicarán y los ciudadanos tendrán que votar hasta en seis ocasiones.

Es el caso de los vecinos de Buenos Aires, que tendrán que renovar el gobierno municipal en primarias, en abril, generales y una posible segunda vuelta, en julio.

En conjunto, un agotador maratón electoral con un final imprevisible.

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