Arias y Cerezo piden renovar espíritu de acuerdos de paz de Centroamérica

  • El expresidente de Costa Rica Óscar Arias y el exmandatario guatemalteco Vinicio Cerezo pidieron hoy renovar el espíritu de los acuerdos de paz de Centroamérica, en su 25 aniversario, para acabar con la violencia y la desigualdad.

Washington, 14 ago.- El expresidente de Costa Rica Óscar Arias y el exmandatario guatemalteco Vinicio Cerezo pidieron hoy renovar el espíritu de los acuerdos de paz de Centroamérica, en su 25 aniversario, para acabar con la violencia y la desigualdad.

Los exgobernantes participaron junto con otros protagonistas de los acuerdos de Esquipulas (1987), como el exvicepresidente de Guatemala Eduardo Stein, en un acto conmemorativo en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.

"En Centroamérica tenemos paz, democracia y desarrollo, lo que nos falta es calidad en todas esas variables", señaló Arias, quien consideró que "el legado del plan de paz es un legado fértil, pero también es una dote inconclusa".

El exmandatario costarricense, que fue premio Nobel de la Paz en 1987 por su papel en las negociaciones, señaló que aunque hay ausencia de conflicto armado, los países necesitan un "mejor sistema judicial, mayor prevención del delito y mejor control del tráfico de armas y municiones".

Por otra parte, señaló que aunque no se dan los niveles de pobreza del pasado, todavía hay una distribución injusta de la riqueza y son necesarias más inversiones y mejorar la contribución tributaria.

"Hoy las madres no lloran porque sus hijos van al frente, sino porque no van a la escuela", lamentó.

Arias señaló que los acuerdos de paz ofrecieron un "legado dinámico" a los países, que tiene que acabar de construirse para "forjar un futuro mejor".

En este sentido, Vinicio Cerezo consideró que "será imposible consolidar la democracia, la pluralidad y la paz lograda hace 25 años si no tomamos la decisión de dar un paso adelante hacia las transformaciones necesarias".

Cerezo abogó por suscribir un nuevo acuerdo de Esquipulas, que se ocupe de "la agenda pendiente" de los acuerdos anteriores como la marginación de grupos étnicos, mujeres y jóvenes, la inequidad y la desigualdad y "consolide para siempre la paz lograda".

El exmandatario consideró que hay que enfrentar esos "demonios" porque la falta de cohesión social, la ausencia de oportunidades y la concentración de riqueza "solo sirve para seguir minando nuestra sociedad" y se convierte en un "caldo de cultivo de futuros enfrentamientos".

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dijo que espera que "la misma valentía" de los signatarios de Esquipulas I y II sea "inspiradora" para que los líderes de ahora afronten "los desafíos y amenazas que enfrentan la libertad, la democracia y la gobernabilidad en la región".

"Ciertamente los conflictos armados se han acabado en la región, pero la gobernabilidad en Centroamérica aún enfrenta problemas institucionales y amenazas de distinta intensidad", señaló Insulza.

"El reto de cumplir la promesa de paz continúa aún presente en la conciencia de todos los centroaméricanos", dijo Insulza, que señaló a la inseguridad ciudadana como la principal amenaza para Centroamérica.

En mayo de 1986, los presidentes de cinco países de Centroamérica se reunieron en un convento en la localidad de Esquipulas (Guatemala), donde manifestaron su intención de lograr un proceso de paz firme y duradero para la región.

El convenio de paz fue firmado el 7 de agosto de 1987 por Arias y Cerezo, así como por sus colegas Daniel Ortega, de Nicaragua; José Napoleón Duarte, de El Salvador y José Azcona, de Honduras.

Los mandatarios no solo establecieron una hoja de ruta para promover la reconciliación nacional y el final de las hostilidades, sino también la democracia y las elecciones libres en la región.

"No basta con haber sido artífices de Esquipulas", dijo Arias, "somos sus guardianes, su espíritu sigue vivo, aún tiene mucho que decirnos" y subrayó que "la paz es un bien colectivo que o se mantiene por el esfuerzo de todos o se debilita por la indiferencia de todos".

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